El Citomegalovirus congénito (CMVc) es la infección congénita más común en el mundo desarrollado.
- Hepatoesplenomegalia
- Ictericia
- Petequias
- Alteraciones neurológicas como Microcefalia, Hiperproteinorraquia, Letargia y/o hipotonía, Alteración de la succión, Convulsiones, Secuelas neurológicas a largo plazo (retraso psicomotor, afectación neurocognitiva, parálisis cerebral, hipotonía, paresia, epilepsia, retraso en el lenguaje y el aprendizaje.
- Sordera neurosensorial
- Prematuridad
- Alteraciones oftalmológicas: Estrabismo, Cicatrices retinianas, Deficiencia visual cerebral, Atrofia óptica
- Alteraciones hematológicas: Trombocitopenia, anemia hemolítica, neutropenia, linfopenia o linfocitosis o reacción leucemoide.
- Neumonitis
- Alteraciones dentales: Alteraciones del esmalte de la dentición primaria, hipoplasia e hipocalcificación. Predispone a posibles fracturas dentarias y caries.
Hasta ese momento no había oido hablar del Citomegalovirus y sus posibles consecuencias en caso de que lo cogieras estando embarazada.
Una de las características propias de la infección por CMV y la perdida de audición es que esta es fluctuante y progresiva. De hecho, hay muchos niños que son diagnosticados ya más mayores cuando se observa que no oyen, han ido perdiendo la audición progresivamente y al analizar se concluye que tuvieron una infección en la gestación.
La primera secuela que supimos fue la hipoacusia bilateral profunda. Actualmente lleva implantes cocleares en ambos oidos. El primero se lo pusieron con 17 meses y el segundo con 5 años. Según fue creciendo, observamos que un lado de su cuerpo lo movía menos, pese a llevar en tratamiento de fisioterapia desde que tenía un mes y medio. Finalmente, fue diagnosticada de una hemiparesia derecha. Con 20 meses tuvo su primera crisis epiléptica, que al principio controlamos sin mayor dificultad pero que a los dos años empezó a dar mucha mas guerra y se ha convertido en una epilepsia de difícil control farmacológico. Tiene vejiga neurógena, teniendo que realizarle sondajes intermitentes diarios.
- Lavado frecuente de manos.
- No compartir comida, bebida o cubiertos.
- No besar en la boca o alrededores a los niños
- Extremar la higiene en los cambios de pañales
- Dar visibilidad a la infección durante el embarazo del CMV evitando así que produzcan nuevos casos.
- Promover la información de las medidas preventivas y la realización de las serologías a las embarazadas.
- Apoyar a las mujeres recién diagnosticadas.
- Acompañar a las familias. Una de las mayores preocupaciones es la incertidumbre que provoca la variabilidad de secuelas (tanto en gravedad como en momento de aparición), que provoca esta infección.
- Compartir experiencias y poner en común todo tipo de acciones que nos permitan mejorar la calidad de vida de nuestros niños y sus familias.
Asociación FAMILIAS CITOMEGALOVIRUS
Leticia, Macu y Mónica»
Podéis encontrarlas en su web: www.familiascmv.org, Twitter: @familiascmv e Instagram: @familiascmv
¿Conocéis algún caso? ¿Os hablaron de la infección por Citomegalovirus a lo largo de vuestro embarazo (o planificación del mismo)? Me encantaría conocer vuestra opinión.
¡Un abrazo!
Referencias:
¹ Citomegalovirus congénito. Consenso sobre diagnóstico y manejo de la infección congénita por citomegalovirus. Intramed. 18/02/2018
² Infección congénita por CMV Hospital Universitari Vall d´Hebron, Barcelona. Marzo 2016