Estamos en plena temporada de «Puertas Abiertas» y llevo varios días recibiendo numerosos mensajes de familias. Concretamente familias con niños con discapacidad que entran en la etapa de escolarización obligatoria o que no pueden seguir estudiando en centros ordinarios debido a que llega un momento en el que no se les puede atender de manera específica.
Me preguntandome acerca de mi experiencia y, sin ser ningún experto en educación especial, siempre respondo lo mismo: mi hijo está en el mejor sitio en el que podía estar, recibiendo la atención específica que necesita y atendido por los mejores profesionales. Sin embargo, esto no deja de ser una experiencia subjetiva, muy personal y que obedece a un caso muy específico en el que la afectación cognitiva es severa, siendo hoy por hoy su opción más válida.
Hay mucha confusión acerca de esta modalidad educativa con muchos prejuicios instaurados que llevan años arraigados. Estos suponen un obstáculo a la hora de llevar a cabo una toma de decisiones por parte de las familias, ocasionando un enorme desasosiego cuando se da el paso. Por eso voy a aprovechar para dar unas pinceladas básicas sobre este tema.
¿QUÉ ES LA EDUCACIÓN ESPECIAL?
La educación especial es aquella modalidad educativa destinada a alumnos con necesidades educativas especiales asociadas a discapacidad intelectual, física o sensorial, con dificultades en el comportamiento y/o aprendizaje o con sobredotación intelectual (altas capacidades).
Estos alumnos requieren de una adaptación curricular o bien la asignación de una serie de recursos / apoyos específicos que no se proporcionan en el aula ordinaria, necesitando recibir apoyo en los propios centros o bien asistiendo a escuelas especializadas.
En los centros de Educación Especial se escolarizan alumnos entre 3 y 21 años de edad, organizados en ciclos de infantil, EBO (enseñanza básica obligatoria) y TVA (transición a la vida adulta). Sus necesidades educativas especiales son graves y permanentes y las adaptaciones se llevan a cabo de manera individualizada en función de la madurez, características. necesidades y competencias, sin obedecer a criterios de edad.
OBJETIVO
El objetivo principal es el de proporcionar a estos alumnos los procedimientos, estrategias y herramientas necesarias que faciliten su inclusión en el ámbito personal, académico y social. Con este tipo de enseñanza se persigue compensar esas necesidades, buscando el máximo desarrollo en función de las capacidades de cada alumno, sin dejar que las limitaciones los definan.
LOS PROFESIONALES
Los maestros de Educación Especial son los encargados de elaborar los PIAS (planes individualizados de atención) de manera conjunta con el resto de profesionales / especialistas que atienden al alumno. A su vez adaptan el contenido curricular -de manera flexible- y redactan los informes de evaluación y seguimiento. Además, prestan un apoyo personalizado, adaptando el entorno de aprendizaje de manera constante.
Es fundamental que exista una buena comunicación con las familias y tutores de los alumnos para poder trabajar de la manera más ajustada a las necesidades de cada uno. También proporcionan asesoramiento y orientación sobre pautas de la vida diaria, hábitos de autonomía, competencias y conocimientos a trabajar y desarrollar…
REQUISITOS FORMATIVOS
La Educación Especial requiere de diversos perfiles formativos reglados, con formación muy especializada y diferentes niveles de intervención.
Respecto a los Maestros, la especialidad se adquiere mediante la realización de un Máster en Educación Especial. Al mismo tiempo, otros de los perfiles serían:
- Formación en Psicomotricidad Infantil
- Grado en Educación Infantil
- Grado en Educación Primaria
- Máster Oficial en Educación Especial
- Máster Oficial en Educación Inclusiva
- Máster Oficial en Psicopedagogía
Otros profesionales como ya se ha comentado serían los titulados en Grado de Psicología, Fisioterapia, Educación Física, Terapia Ocupacional, Trabajo Social, a su vez con diversas especializaciones en diversidad y un reciclaje continuo.
En nuestro caso, Rodrigo cuenta en el aula con una Maestra de pedagogía terapéutica y una Auxiliar para cinco alumnos. Tiene como especialistas asignados una logopeda, dos psicólogos -un orientador y una que atiende al núcleo familiar-, un profesional que imparte psicomotrocidad, otro de Educación Física, una trabajadora social, un profesor de música, una maestra de religión, y varios profesionales que se alternan para realizar actividades inclusivas en entornos que favorezcan la autonomía, así como con centros ordinarios del entorno, educativos, lúdicos, culturales, deportivos, etc.
Como véis, un equipo muy completo con el que mantenemos una comunicación constante tanto telefónica, vía email, por videoconferencia y presencial.
Es fundamental conocer cada programa de centro y la manera de trabajar para saber si se ajusta a las necesidades de cada alumno. Y a partir de ahí tomar la decisión más adecuada.
Los niños avanzan, cada uno a su ritmo, cumpliendo objetivos paso a paso y no hay mayor satisfacción que ver sus avances en un entorno en el que se encuentran acogidos, integrados y felices.