Una de las ventajas que tiene el verano es que los días son tan largos que las semanas pueden aprovecharse al máximo. Os cuento como en mi casa las fotografías, que tengo impresas por decenas gracias al revelado de fotos digital, nos sirven no solo como elemento decorativo, sino como un medio para estimular y jugar con nuestro hijo Rodrigo. 

Muchos días por delante sin clase, con vacaciones y en nuestro caso la época perfecta para dedicarnos a hacer limpieza general y redecorar, una tarea que en una casa grande y con muchos niños nunca acaba. Entre todos los cambios sin duda, lo que más me gusta y a lo que más mimo y tiempo dedico son las fotos.

Tenemos una pared decorada con estanterías llenas de marcos de todos los tamaños. Hasta hace unos años tan solo un par de ellas coronaban el mueble de la entrada de casa. Un día, mientras me dedicaba a mirar el móvil y trataba de organizar todas las imágenes me di cuenta de la cantidad de recuerdos que había olvidado precisamente por el caos que puede suponer tenerlas en varios dispositivos y carpetas en la nube. Total, que decidí acabar con ese desorden mediante el revelado de fotos digital de varios packs.

Y es que -supongo que a muchos os habrá pasado- me da una rabia enorme acordarme de algunas en concreto y no ser capaz de encontrarlas. Bien porque no recuerdo con qué móvil se hicieron, dónde las guardé o porque quizás estaban en algún dispositivo de esos que pasaron a mejor vida y lamentablemente no se había hecho copia de seguridad.

Lo bueno es que cuando una parte de tu trabajo implica las redes sociales como es mi caso, siempre tenemos un número infinito de instantáneas a nuestra disposición y lo cierto es que me encanta echar la vista atrás y ver cómo mis hijos han ido cambiando, los diferentes lugares en los que he estado, eventos a los que asistido…

Pero también logros de Rodrigo. Para los que aterrizáis por aquí por primera vez mi hijo mayor -adolescente de casi 15- tiene una discapacidad intelectual muy severa y no habla.  Especialmente sus avances, determinadas acciones, pequeños hitos en el desarrollo que han supuesto instantes dignos de ser recordados por siempre cobran mayor relevancia. Porque además conforme crece menos disposición tiene para que le fotografíen, algo que siempre debemos respetar. Por eso no quiero que se pierda ninguno de esos momentos tan especiales…

Es por eso que ahora tenemos un lugar magnífico, muy dinámico, donde disfrutarlas. Mirad, esta es la pared del pasillo que os comento…

 

Pared con fotografía

 

Como veis es una composición muy sencilla, bonita y económica pero que nos da una posibilidad enorme de tener una pared muy versátil. Para ello compramos los estantes Mosslanda de Ikea. Los tenéis de varias medidas y en un montón de colores. Los marcos ya depende de cada uno, pero en nuestro caso os cuento que tuvimos que sustituirlos todos por unos de plástico. ¿La razón? mis hijos, obvio.

Primero fue el pequeño, que los cogía y constantemente aparecían rotos, lo que ciertamente era un peligro. Pero es que más tarde a Rodri le dio por mirar detenidamente las fotos. algo que descubrimos le resultaba enormemente estimulante. De tanto coger marcos o bien los rompía, o bien se le escapaban de las manos… por lo que no nos quedó más remedio que tomar la drástica decisión de cambiar estética del material por seguridad en casa. Así, cuando los desmonta y rompe el plástico o la parte trasera compramos otro que nos supone tan solo un desembolso de pocos euros.

Tener las fotos en esta disposición para nosotros supone un momento mágico cuando lo llevamos a la cama: se detiene delante de cada marco y va señalando para que le vayamos diciendo los nombres de las personas que salen en cada imagen. Su cara de felicidad es impagable, entonces se decanta por uno de ellos y se acuesta con él. Y así permanece hasta que se queda dormido y lo rescatamos para colocarlo de vuelta a su estante.

Otra de las utilidades de tener las fotos reveladas en casa es poder hacer álbumes caseros para él. Con unas cartulinas, la plastificadora y un poco de cuerda voy elaborando pequeños libros de cinco o seis páginas con fotos suyas, sus hermanos, la perra, da la familia, de compañeros de clase… Le encanta y se lo lleva a todas partes, pero se cansa a las pocas semanas, por lo que vamos variando.

Si os animáis a colocar fotos en estanterías o hacer estos álbumes caseros me encantaría que me lo contárais. ¿Os animáis?

 

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