Como psicóloga y dentro del ejercicio de mi maternidad desde hace ya unos cuantos años, uno de los temas recurrentes que ha surgido -y surge- de manera constante en mi entorno es la importancia que tiene que los niños desarrollen habilidades sociales. Estas les proporcionarán herramientas futuras que les permitirán socializar, contar con un buen autoconcepto, una buena autoestima y saber desenvolverse en un entorno cada vez más complejo.

Solemos poner más el foco en determinadas edades, pero lo cierto es que se nos olvida que estas habilidades no son innatas y que se van desarrollando de manera progresiva desde bien pequeños, desde los primeros años antes de la escolarización de los 0 a los 3 años.

Nosotros tuvimos mucha suerte porque en la escuela infantil de nuestros hijos se trabajaba de manera transversal, algo que nos fascinaba, y es que no viene recogida en ningún curriculum, sino que es una competencia inherente al proceso enseñanza- aprendizaje. Pero comencemos por el principio…

¿Qué son las habilidades sociales?

Se define habilidad social como un conjunto de conductas aprendidas de forma natural que se da en situaciones interpersonales, socialmente aceptadas y orientadas a obtener refuerzos sociales. Están directamente ligadas a las conocidas como habilidades blandas y son básicas para entablar relaciones de calidad o vínculos con diferentes tipos de personas.

Existen una serie de habilidades básicas como el apego, la empatía, la colaboración, resolución de conflictos, la cooperación o el autocontrol entre otras. No todas se aprenderán desde las edades más tempranas, tardando en adquirirse por completo.

Centrándonos más específicamente en las primeras habilidades sociales desarrolladas hablaríamos de ayudar a los demás, respetar turnos, compartir, escuchar, expresar los sentimientos y autocontrol, todas ellas necesarias para un futro y correcto ajuste social.

¿Dónde se adquieren estas habilidades sociales?

Los primeros adultos con los que un niño mantiene relación son del entorno familiar. Poco a poco van introduciéndose otras figuras importantes para ellos como amigos del parque por ejemplo, de clase, los maestros, etc…

La escuela y la familia van a ser los dos pilares fundamentales para asentar esos cimientos. Se trabaja desde la escuela infantil con el apoyo imprescindible de la familia, que no olvidemos es el primer entorno en el que un niño socializa.

En la escuela, será el profesional técnico en educación infantil el responsable de implementar e introducir de manera natural actividades que favorezcan el desarrollo de actitudes y comportamientos que conducirán a obtener estas competencias.

Así, van desarrollando mediante una combinación de aprendizaje social y desarrollo evolutivo unas habilidades que se van ajustando a la personalidad, forma de ser, contexto…en el que cada uno se mueve.

¿Cómo se trabajan?

Como véis, el ejemplo va a ser fundamental. Lo que hagamos y cómo lo hagamos, delante de nuestros hijos o alumnos, influirá de una u otra manera porque somos espejos en los que se miran. De ahí la importancia de que haya una buena formación, tanto por parte de las personas que los atienden en la escuela, con una formación de fp infantil, como una escucha activa y atención por parte de la familia. Tenemos no solo que estar presentes, sino ESTAR, así, con mayúsculas.

En el aula se van a trabajar mediante el aprendizaje cooperativo, el refuerzo dirigido a la repetición -y consolidación- de una conducta social positiva y adaptativa, el modelado basado en la imitación y observación de conductas, o el aprendizaje verbal. Ofrecer oportunidades para que se expresen, que aprendan a dar las gracias o enseñar a pedir por favor (pedir no es exigir) son otros de los aprendizajes y conductas que deberán priorizarse en el día a día. Poco a poco conseguirán ir asentando esos principios más elementales.

Los niños desarrollan la mayoría de sus aprendizajes mediante la observación, la imitación y la interacción continua.

¿Qué opináis sobre este tema? Me encantaría conocer vuestra opinión y experiencia al respecto

 

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