Hoy voy a comentaros mi experiencia, en esta rutina de cambios saludables que llevo hablando de una plataforma que ofrece comida sana a domicilio.
Uno de los cambios que introduje el año pasado, cuando mi ansiedad tocó techo fue retomar el ejercicio y hacer cambio de dieta. Sin excusas.
Cada mañana me plantaba delante del espejo y no me gustaba lo que veía, es así. Supuso muchísima fuerza de voluntad, os lo aseguro, porque no soy nada constante y tras varios meses de cambios de hábitos conseguí sentirme bien.
El hecho de no gustarme cocinar y tener nula imaginación para salir de los platos básicos no me hacen fácil comer sano y comer bien, y hacerlo sola tampoco es un aliciente. Es lo que nos pasa a muchos, comes sobras o el clásico «lo que pillamos», y al final falta de nutrientes y malas digestiones. Qué os voy a contar.
Ahora conservo más o menos una rutina, mejorable, por supuesto pero nada que ver con hace un año y, cuando echo la vista atrás veo lo mucho que ha mejorado mi salud, que al final es mi bien más preciado.
He comenzado a organizarme con una especie de Batch cooking, pero hay semanas en las que no me da y ahí es cuando me desequilibro.
Hace unos meses me contactaron para probar un programa de comidas preparadas, a domicilio con asesoramiento nutricional. En un primer momento no lo tenía muy claro, pero ante el caos de semanas que llevaba me arriesgué. Una semana, ¿qué podía salir mal?
La plataforma en cuestión fue Dietbon.
FUNCIONAMIENTO
Lo primero que me ofrecieron fue elegir entre más de 50 platos. Su programa consistía en desayuno, comida, merienda y cena para seis días, teniendo uno libre. Se puede consultar la lista de ingredientes de cada producto con la lista de alérgenos contenidos según lo previsto por la nueva directiva comunitaria.
Lo cierto es que la carta es muy amplia: pastas, legumbres, pescados, sopas, pollo, carnes varias, verduras…con diferentes preparados, y naturales, tal y como ellos indican en su información (calificación A o B en el Nutri-Score), sin aditivos, ni conservantes artificiales, edulcorantes ni aceite de Palma.
El procedimiento es muy sencillo: te inscribes en el plan que te interesa, te envían a casa el mismo y te conciertan cita con la nutricionista que te va a recomendar complementar con ensaladas y lácteos los menús, haciendo SIEMPRE hincapié a que no se trata de dietas, sino de aprender a comer bien, de manera equilibrada y complementando con ejercicio o actividad física a ser posible.
Las consultas se conciertan previamente, la primera de unos 40 minutos , y las siguientes 20.
No son programas de alto valor proteico pero contienen cantidades suficientes de proteínas (1 a 1,2 g por kg de peso corporal ideal por día), con el objetivo de preservar la masa muscular durante el programa.
Por último, dependiendo del objetivo del plan (perder más o menos peso, comer mejor, mantenerse) te asesoran seguir un programa u otro contando en todo momento con un nutricionista que te apoya y aclara cualquier duda.
RECOMENDACIONES
- Practicar una actividad con frecuencia (2 o 3 horas por semana) sin demasiada intensidad: nadar, caminar, montar en bicicleta, etc…(se puede contar con un plan de entrenamiento también, adaptado a cada circunstancia: fitness. mantenimiento o deportista)
- Puedes condimentar las comidas frescas con sal, pimienta y especias. Se puede añadir ajo y cebolla en pequeñas cantidades.
- Es importante además no olvidar la importancia de la hidratación: beber durante el día entre 1,5 y 2 litros de agua con o sin gas. También se puede beber té verde o té negro ligero, café (máximo 2 por día) e infusiones. Es importante no azucarar la bebida.
- No saltarse ninguna comida
- Comer lentamente y beber con frecuencia
MI OPINIÓN