Pues sí, es irremediable. El tiempo pasa, y en ocho días entro en la cuarentena, sin anestesia, de golpe y porrazo.
   No es que vaya a notar nada diferente, ni que vaya a entrar en alguna crisis cíclica. Total, de crisis ya ando servida: por mi desconciliación, por la incertidumbre sobre nuevo destino, por el futuro de mi 7, porque tengo uno de esos días, porque me da la pena porque sí…Así que si viene la crisis de los 40, pues bienvenida sea, que le hacemos un hueco.
   El tiempo ha pasado factura, eso sí. Bueno, más que el tiempo, el estrés y las circunstancias que me han tocado vivir. En pocos años mi pelo se ha ido transformando en una maraña de rizos informes blanquecinos. Mi piel se ha ajado y llenado de pequeñas arrugas, todas concentradas. La falta de sueño ha trastornado mi metabolismo. Y probablemente, los altibajos emocionales irán pasando factura a nivel físico, porque es así. No me ha tocado vivir una vida tranquila, ha sido mi sino, mi cruz, llámalo como quieras. Pero lo acepto.
   Y lo acepto porque después de ver a mis antiguos ídolos, a aquéllos con los que me forraba las carpetas del instituto, por los que suspiraba con mis amigas en el cine, esos, sí han envejecido de pena. Pero de penica penica…
   Una cosa es hacerse mayor, como todo hijo de vecino, porque toca, es la naturaleza humana hasta que se encuentre el agua de la vida milagrosa y se pueda frenar su avance. De momento uno engorda, se enfofa y pierde lozanía, pero normalmente quien tuvo retuvo..¿O NO?
   ¿Eh Miguel Bosé?¿EEEHH? ¿En qué momento te convertiste en un pirata del Caribe greñoso? Dónde ha quedado Mi amante Bandido, ese madurito de mirada interesante…Ay…Y de repente apareces de esta guisa presentando tu nuevo disco. ¿Nadie te ha dicho que estás de pena? Si de verdad pensabas que podrías retrasar el curso del tiempo dejándote melena, tatuándote el rabillo  y colgándote al cuello los cordones de oro de la abuela, es que tienes un problema. Con la voz que tienes, y la ida de olla estética que has sufrido…
Val Kilmer y la señora que se comió a Val Kilmer. No caben más comentarios porque me pongo a llorar desconsolada…
 Cuando James Spader cruzó el Stargate mi hipótesis es que se quedó al otro lado, y un clon suyo de otra realidad alternativa se vino para acá. De lo contrario no puedo explicarme qué narices le ha pasado. Te juro que cuando empecé a seguir «The Blacklist»  no era capaz de ubicarle ni de procesar que fuese ese actor. Es verdad que hace un papelón pero desgraciadamente no está caracterizado. Es su ser en todo su esplendor…
 Y bueno, aquí John Travolta y su réplica del museo de cera…En serio, si yo fuera acólito suyo en la Iglesia de la cienciología me daría mucha grima no hacer caso de sus profecías no fuese a lanzarme rayos por los ojos…Brrrrr.
Por último, Richard Gere, o Josema Yuste super bien caracterizado. Se me ha roto el corazón, literalmente. Al ver esas imágenes y pensar en todos los papelones en los que nos han hecho suspirar, me da como un repelús incestuoso. Es un abuelillo, y hay que deberle un respeto. Si lo veo por la calle le ayudo a cruzar al otro lado, fijo.
   Y entonces compruebas que el tiempo pasa para todos, y que no estás tan mal, ¿verdad? Es más, hay momentos en los que me siento francamente bien, a pesar de las flaccideces de los tripartos y todas las imperfecciones del mundo. Pero la experiencia de los casi 40, la seguridad de todo lo vivido hacen que haya momentos de luces, entre muchos otros de sombras, en los que sienta que puedo con todo y con todos, y que chatos, si en algún momento de mi adultez temprana (o adolescencía tardía) soñaba con vosotros, estoy segura de que ahora vosotros suspiraríais por dar un paseito a mi vera. ¿O no?

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