Desde el verano de 2013 una de las visitas, casi de obligado cumplimiento, es pasar una tarde en Terra Mítica Park. Desde aquella primera vez en la que Rodrigo nos sorprendió dándolo todo no hemos perdonado ni un año, las dos últimas ediciones también combinando atracciones con el parque aledaño Iberia Park.
En su momento ya escribí sobre esa grandísima experiencia, que aún recordamos emocionados, pero hoy vamos a hacer un recorrido algo más específico, centrándonos en la accesibilidad de esta alternativa de ocio familiar inclusiva. ¿Me acompañas?
¿QUÉ ES TERRA MÍTICA?
Se trata de un parque temático cuya superficie supera los 480.000 metros cuadrados de zonas verdes. La temática se basa en antiguas civilizaciones del Mediterráneo, representadas en tres zonas: Egipto, Grecia y Roma. Situado en el complejo, antes de la entrada al parque se encuentra Iberia Park que incluye Las Islas e Iberia, con entrada independiente, y ya os digo que su zona de yacuzzi y spa es más que recomendable para pasar un rato a remojo con los peques y coger fuerzas para proseguir con la visita. Podéis adquirir entradas combinadas para ambos parques, por cierto. En otro momento os hablaré de éste...
¿HABLAMOS DE ACCESIBILIDAD?
Nada más llegar nos encontramos con plazas reservadas para PMR próximas a la entrada. Se encuentran perfectamente señalizadas, cuentan con las dimensiones apropiadas y toda la superficie es horizontal sin obstáculos.
También la zona de acceso desde la parada de autobús aledaña al parque es completamente accesible.
-La visita para personas con necesidades específicas individuales.
«El parque se encuentra adaptado en su totalidad para personas con movilidad reducida sea cual sea el grado. Las amplias avenidas del parque (todas ellas cuentan con rampas de cota 0) permiten un flujo cómodo de usuarios y todas y cada una de sus atracciones cuenta con una entrada exclusiva para personas con necesidades especiales (siempre y cuando, sus circunstancias le permitan acceder a una atracción del tipo que podemos encontrar en Terra Mítica)»
Aquí añado que efecivamente, hay determinadas atracciones a las que no es posible acceder -o es muy complicado- por el propio diseño, como el Laberinto del minotauro, o las barcas del Puerto de Alejandría. La primera, además, puede saturar a nivel sensorial, os aviso.
Las personas con discapacidad cuentan con un servicio exclusivo que comienza en su llegada al parque, en la Oficina de Atención al Cliente, con mostradores a la altura de usuarios de sillas de ruedas y espacio suficiente para desplazarse por la misma.
En ella el personal le facilita una pulsera totalmente gratuita que garantiza un acceso preferente a las instalaciones tanto en las atracciones como en los auditorios para los espectáculos. Del mismo modo, dependiendo del tipo de atracción, cuentan con zonas concretas donde son ubicadas, las de más fácil acceso, que permiten, en caso de necesidad de evacuación, ser las primeras en recibir las atenciones pertinentes.
En nuestro caso es mi marido el que siempre lleva la pulsera dado que a Rodrigo le molesta mucho. Así, cada vez que quiere montarse en alguna atracción, ya que él es dependiente y debe ir con un adulto, ambos se acercan a la entrada reservada y no tienen que hacer cola de ningún tipo, evitando de este modo crisis sensoriales, por poner un ejemplo.
Terra Mítica contempla el alquiler de scooters motorizadas y sillas de ruedas para facilitar los desplazamientos por el parque a aquellas personas con dificultades en cuanto a movilidad que lo soliciten -antes de la entrada al parque-. También de alquilar sillitas para niños, al igual que puntos de encuentro en caso de que algún pequeño se extravíe.
También cuenta con una zona de picnic, muy apañada la verdad…
Y, al igual que en Mundomar, hay una zona con difusores de vapor de agua que se agradece enormemente…
La iluminación es total, sin obstáculos para personas con discapacidad visual. Todas las áreas se encuentran correctamente señalizadas, con textos de color en contraste y con macrocaracteres.
Los accesos prioritarios a las atracciones están correctamente identificados.
-Aseos
Están completamente adaptados. No cuentan con desnivel alguno, el ancho de las puertas es adecuado, así como el espacio para poder girar con la silla. Cuentan con barra de apoyo y grifo monomando.
También hay zona de lactancia completamente equipada.
NUESTRA EXPERIENCIA.
A MEJORAR
La accesibilidad es un trabajo contínuo, constante. Y es necesario proporcionar feedback para hacer de esas necesidades una realidad. Aquí van algunas recomendaciones, siempre con espíritu crítico positivo…
- Las duchas. Existen unos escalones difícilmente salvables con sillas de ruedas.
- Imposibilidad de acceder a Las fuentes del Nilo. Esta zona es un área de recreo acuática, con escaleras.
- Acceso al Puerto de Alejandría.
- El laberinto del minotauro.
Recreando la odisea de Ulises, es un recorrido en el que hay que ir eliminando monstruos mientras te narran la historia. Problemas: el acceso.
- El Lenguaje
El parque lleva abierto la friolera de 19 años. Y muchas cosas han cambiado desde entonces, entre otras el tema del lenguaje relacionado con la discapacidad.
Los carteles e indicadores aún son un reducto de este tipo de etiquetas que actualmente no son bien vistas, y que necesitan modificarse, cambiando el término «minusválidos«, ya en desuso por un «Acceso personas con discapacidad«, por ejemplo. Las traducciones literales tampoco benefician a la comunicación, como ocurre en algunos carteles en los que discapacidad se queda en un «discapacitación»
Y ya que estoy, haciendo un guiño a la accesibilidad cognitiva, recomendaría el uso de pictogramas, a utilizar junto a cada cartel. Sería un enorme avance para personas dentro del Espectro autista y con problemas de comunicación.
He de decir que estos elementos, y a pesar de no existir formación específica sobre colectivos con discapacidad, son superados por el personal del parque, plenamente concienciado, con la mejor de las actitudes. Hablo por nosotros al decir que de todas las veces que hemos ido (y no han sido pocas), siempre hemos encontrado una escucha activa, disponibilidad y una atención inmejorable para nuestro hijo y para nosotros como familia diversa.
El factor humano es decisivo, solventando de este modo cualquier dificultad.
¿Os animáis a pasar un día en el parque?