Si oímos la palabra Barbie, automáticamente nos viene a la mente la icónica muñeca de más de sesenta años, rubia, siempre a la moda y con curvas imposibles.
Ruth Handler, su creadora, llevaba tiempo notando que su hija Bárbara prefería jugar con muñecas que se parecieran a las mujeres adultas, le gustaba que sus muñecas tuvieran aspecto de personas mayores. Así, diseñó una muñeca con forma de adolescente dando origen en 1959 a la hoy conocida Barbie.
Muchos no lo sabrán, pero seis años después de su lanzamiento (1965),la compañía Mattel lanzaba la primera barbie con un «trabajo masculino»: una astronauta antes incluso de que hubiese una primera mujerastronatuta americana. A partir de ahí llegaron directoras, pilotos, y más recientemente científicas y desarrolladoras de juegos.
Se ha tratado de luchar contra los estereotipos de género y la discriminación. Aunque sigue siendo una muñeca rubia y blanca, porque es la seña característica, se han ido incorporando otro tipo de Barbies. Christie, lanzada en 1968 en apoyo del movimiento por la igualdad de derechos fue la primera Barbie negra. También las hay ya morenas, con curvas…para tratar de representar a mayor parte de la sociedad. En total más de 100 looks diferentes para lograr una mayor diversidad y poder alcanzar a mayor número de jóvenes.
Y ahora viene lo que realmente es noticia, la nueva línea Fashionista que incluye Barbies con diferentes texturas de cabello trenzado, nuevos cuerpos (los hay más bajitos, con más caderas, menos pecho, cintura menos definida) y algunas con discapacidades. Para ello un modelo irá en silla de ruedas y otro tendrá una pierna con una prótesis.
Al parecer la línea directa del consumidor no hacía más que pedir estas modificaciones y, finalmente, la marca ha logrado hacerlas realidad.
La creación de estas no ha sido algo caprichoso ni al azar. Los creativos han pedido ayuda a un equipo de la universidad de UCLA para el diseño de la silla de ruedas, así como el asesoramiento de Jordan Reeves, un niño de 12 años de edad con un brazo protésico que ayudó al equipo de diseño con detalles sobre las extremidades protésicas, por ejemplo, haciendo que esta pudiera ser extraíble para darle más realismo.
No son muchos los estudios que relacionan el impacto de muñecos que representan diferentes discapacidades en las personas con discapacidad que juegan con ellos, pero en todos se recoge la enorme influencia que ejerce en los niños y por ejemplo, uno de los datos que se arroja es que después de jugar con una muñeca que usa silla de ruedas durante solo tres minutos, los niños sin discapacidades tienen más probabilidades de hacer amigos con un niño que presente alguna cuando se lo encuentran en la vida real. Ese es el poder del juego.
No sé si recordáis la iniciativa #ToyLikeMe, en la que la periodista Rebecca Atkinson impulsó una campaña para lograr juguetes más inclusivos. Muchos padres mostraron al mundo cómo modificaban los muñecos para que sus hijos se viesen identificados. Con el tiempo varias marcas se hicieron eco y fueron lanzando sus propias series. Y es que se ha visto que estos juguetes no solo ayudan a los niños con similares discapacidades, sino que también hacen una labor social visibilizando, haciéndolo además de una manera positiva.
La nueva línea de la Barbie saldrá a la venta en junio. Su producción no solo tendrá ejemplares de muñecas en sillas de ruedas y prótesis de piernas, también contará con elementos como rampas, simulando el entorno por el que personas con dicha discapacidad pueden movilizarse sin limitaciones.
Y esto puede ser solo el principio. Mi hija me ha preguntado si no las hay con muletas o audífonos y yo estoy convencida de que todo irá llegando.
¿Qué te parece la iniciativa?