El curso ya ha comenzado. Hemos dejado atrás los días de adaptaciones, forrado de libros, compra de material, organización de horarios, reuniones iniciales…Ahora es el momento de centrarse en la elección de clases extraescolares o de refuerzo, si es el caso. Y no es tan sencillo como parece.

Durante el último año y medio se ha debatido mucho sobre el impacto de la pandemia en la educación de nuestros hijos. En este tiempo, hemos vivido cierre de colegios, confinamiento de aulas completas y algunos el de nuestros propios hijos por contacto estrecho con positivos del entorno más cercano. Sin ir más lejos mis hijos vivieron varias cuarentenas, cada una de dos semanas a lo largo del curso pasado, con lo que eso implicó a nivel de aprendizaje…

Por este motivo han sido muchas las familias que han recurrido a tutores virtuales para reforzar la pérdida de clases e incluso para mantener a sus hijos conectados a sus estudios durante este verano.

Hay niños a los que las clases online mal gestionadas por ausencia de recursos y de preparación, o la propia semipresencialidad, les ha repercutido negativamente en su aprendizaje. Y no hablo de adquirir conocimientos, sino de integrarlos, asentarlos y, sobre todo, hacerlo disfrutando.

De nuevo, un curso más, las clases online se presentan como una alternativa necesaria para muchos, útil y práctica a nivel familiar, dado que evitamos el tener que desplazarnos y pasar las tardes viajando de un lado a otro sin casi tiempo de descansar.

Y es una decisión importante porque detrás de una clase virtual hay un profesor online que va a ser clave para que nuestros hijos permanezcan atentos. Es por eso que hoy me gustaría tratar este tema con vosotros.

 

¿Es un tutor online la mejor elección para mi hijo?

Nila dando clase online. LLeva dos coletas con pompones rosas y un jersey de manga larga a rayas de colores

Aunque las clases particulares han sido siempre una realidad para miles de padres -yo misma recibí en su día de matemáticas e inglés-, todavía existen conceptos erróneos sobre a quién van dirigidas. Vamos a ver.

Primer paso: romper el mito

Hay dos mitos que rodean continuamente el término clases particulares. En primer lugar, que es un privilegio para la gente con recursos, y que es algo exclusivo para niños que se están quedando atrás en el colegio.

Si bien una clase privada e individual puede ayudar mucho a un alumno que necesite reforzar las materias impartidas en el colegio, también es una opción para aquellos niños con inquietudes que quieran desarrollar su creatividad, cultivar una pasión concreta o desarrollar su potencial.

En este sentido, el 75% de los padres que recurren a las clases particulares lo hacen para lograr metas académicas, mientras que el 25% restante busca expandir los horizontes de sus hijos.

Por otro lado actualmente existen opciones muy competitivas y asequibles que facilitan el acceso a ellas a todo aquél que lo desee o necesite. 

¿Cómo funcionan las clases particulares?

Independientemente del formato utilizado, presencial u online, los principios básicos son los mismos e involucran a tutor y alumno:

  • El tutor debe ser consciente de su objetivo final y crear un plan de estudio personalizado para ayudar a padres e hijos a alcanzar su objetivo.
  • Debe comprender el estilo de aprendizaje de cada niño y adaptar el plan de aprendizaje para satisfacer sus necesidades específicas.
  • Tiene la posibilidad -y oportunidad- de utilizar recursos mucho más dinámicos y lúdicos como pueden ser la gamificación, música, videojuegos o referencias a la cultura popular. ¡La enseñanza y por tanto el proceso de aprendizaje pueden ser enormemente divertidos! 
  • Cada alumno debe reunirse con su tutor tantas veces a la semana como considere necesario. Hablamos de tutorías clásicamente presenciales que también ahora se establecen mediante el aula virtual o por videollamada. 

¿El beneficio para nuestros hijos está asegurado?

La educación tiene que ser realmente accesible y agradable para todos los niños, y  la clave como he comentado son los profesores. Cuanto más comprometidos, formados y mayor experiencia tengan mayor garantía tendremos.  Independientemente de si los niños necesitan apoyo adicional, o si están interesados en profundizar en un tema por el que sienten curiosidad; si se combina con un tutor inspirador y atractivo, es probable que tenga éxito en sus objetivos de aprendizaje.

Por suerte, actualmente existen muchas y diversas plataformas de aprendizaje. Recientemente contactaron conmigo desde GoStudent, y de verdad que su metodología y su forma de trabajo es super interesante.

Clase de prueba. Para empezar podemos probar una primera clase de manera gratuita para valorar si es lo que nos interesa. Eso es algo que me gustó mucho, el poder tener contacto antes de tomar un decisión. 

Libertad de sesiones. No existe la obligación de un número determinado de sesiones. Y esto es importante porque podemos tener a nuestro hijo en clase sin estar rindiendo porque bien no es lo que necesita o no acaba de establecer una buena dinámica con el tutor. 

Permite involucrar al niño en la toma de decisiones. Al final es la parte interesada y activa y su opinión debe ser importante, de ahí la necesidad de involucrarlo en todo el proceso para que la elección sea lo más ajustada, personalizada y motivadora. Se necesitan ganas e ilusión para aprender. Esto es así.  

Posibilidad de cambio de tutor. Si como padres observamos que no se establece el vínculo necesario con los tutores y nuestros hijos, es un tema que debemos tratar para comentar los cambios que nos gustaría hacer de cara a crear el entorno de aprendizaje adecuado. Si vemos que esto no funciona, siempre te ofrecen la opción de buscar un cambio de profesor para obtener el mejor resultado.

¿Y cuándo veremos resultados?

Como en todo proceso de enseñanza/ aprendizaje no se produce un cambio radical de la noche a la mañana. Suelen ser varios los meses, normalmente a partir del tercero, cuando suelen apreciarse los primeros resultados. Y, a mayor conexión con el tutor, mayor progreso. Estos resultados positivos se pueden presentar de formas diversas, además de una mejora en las calificaciones que serían los clave, ¿verdad?. También se reflejan en mayor confianza, mayor interés en un tema específico y mayor deseo de aprender 

Objetivo: desarrollar el potencial de nuestros hijos

Esta plataforma está planteada para que alumnos de todas las edades puedan desarrollar su potencial al máximo y superar sus objetivos académicos. Además es totalmente intuitiva, permitiendo solicitar y cambiar clases a golpe de clic, con la flexibilidad que eso conlleva. 

Por último, os recuerdo que tenéis la posibilidad de probar la primera clase gratuita solo haciendo click en la imagen. ¡Si lo probáis contadme qué tal os ha ido!