Hace un par de años colaboré con el blog de Mamá y maestra, y uno de los temas que tratamos fue precisamente la utilidad o no de esta técnica. Hoy recupero algunas de esas reflexiones que considero importante compartir con vosotros, y, me gustaría conocer vuestras opiniones.
Un rincón donde el niño o la niña debe pensar acerca de sus acciones, sobre aquello que ha hecho mal; se supone que es una alternativa a gritos y situaciones conflictivas muy efectivo. En los manuales viene pautado hasta el tiempo en el que el pequeño debía permanecer ahí, en silencio, que aumentaba según la edad.
1. No deja de ser un castigo. Y los castigos se han demostrado que no funcionan. Eliminar refuerzos positivos (quitar dibujos que les gusten, juguetes, recompensas…) es mucho más efectivo.
2. El niño no reflexiona durante ese período de tiempo. Está enfadado, asustado ante lo que percibe como una amenaza, y se encuentra ocupado teniendo un berrinche inmenso. Si se calma, es probable que comience a buscar formas de distraerse hasta que acabe ese tiempo de “reflexión”.
3. Al niño tan pequeño le faltan herramientas cognitivas para resolver determinadas situaciones, comprenderlas y racionalizarlas. Actúa por impulsos muchas veces llevado por ese egocentrismo tan característico. Y es un momento del desarrollo que ha de pasar y no podemos modificar a golpe de silla o rincón. Cuando se encuentran en ese bucle de enfado porque les hemos regañado al hacer algo que no está bien, no responden. Son emoción pura y hasta que no se calmen no hay manera de que podamos tener una conversación sosegada con ellos. Y para calmarlos la amenaza de ese terrible Rincón de pensar no es lo ideal.
4. Es una bomba a nivel emocional: se sienten aislados, rechazados, juzgados, impotentes y mucho más enfadados que antes.
– que se calmen,
– que estén solos si lo desean un rato,
– que traten de explicar qué ha sucedido,
– el humor, buscarles la sonrisa, la carcajada, lo que restará tensión y les relajará…
Y teniendo en cuenta que, en plena explosión emocional ellos ni comprenden, ni razonan, ni atienden…Es absurdo soltarles una retahíla, regañarles, tratar de explicarles porque en esos están a lo que están.
Hay que saber esperar el momento.
Yo igual que tú. Prueba y error. Lo de la silla de pensar no lo isé nunca porque mis hijos nunca fueron de quedarse quietos en ningún lado, pero llegué a encerrar a Daniel en un baño porque estaba ya extremadamente desesperada de lo que me la estaba liando. Y yo no podía hacer nada. El peque tendría tres años y cuando abrí la puerta muerta de vergüenza y culpa me lo encontré tan tranquilo jugando con la ropa sucia. Me miró, sonrió y siguió a lo suyo. Ainsss, qué difícil es todo. Yo hago lo de castigarles con cosas que le gustan, pero no siempre funciona. Parece que les da igual. En fin, espero que entre lo que le enseñamos y lo que maduren se acaben convirtiendo en adultos de buen corazón y valores arraigados 😉
Yo he tenido la suerte de leerte antes de que me tocase usarlo. Gracias Vanesa!
Yo nunca le he encontrado sentido a castigar por castigar a la mínima que hacen algo "mal hecho". Eso si, a veces, si no lo haces, la gente (amigos, familia…) te miran con cara de…"no vas a castigarlo?". Pero lo que si no toleramos en ningún caso es la violencia y agresión. En estos casos, si o si, los apartamos para que "piensen", se "relajen" y "recapaciten", o como queráis llamarlo, para que luego pidan perdón por lo que han hecho.
El mío es muy pequeño todavía para entender algunas cosas pero más de una vez he metido la pata hasta el fondo lo que me ha hecho sentir la peor madre del mundo. ¿Qué madre no se ha sentido alguna vez así? Pero la verdad es que en la guarde fui a una charla cortita sobre la disciplina positiva y otra sobre acompañar el llanto y me vinieron muy bien. Sigo sin hacerlo bien en muchas ocasiones pero si que me ha hecho cambiar mi visión. Pero creo que el día que alguien encuentre la solución infalible a las rabietas, se va a forrar. MIentras, intentaremos ser las mejores madres posibles aunque a veces se haga complicado. Me ha gustado mucho leerte.