Ayer me encontraba mal, francamente mal. Fiebre muy alta, malestar, escalofríos y para acabar de apañarlo, el de 7 con perforación timpánica en casa.
Por la mañana me las ví y me las deseé para vestir a la tríada, pelearme con uniformes y babis, asearlos, y dejarlos en el colegio. Había momentos en los que me tenía que sentar porque realmente las fuerzas me flaqueaban, y, entre los gritos del mayor cuando se emociona viendo dibujos, la maripili de la mediana con la coleta que no le quedaba bien, y el enano que quería abrir el regalo de cumpleaños para su amigo Izan, no sabía si encerrarme en la habitación y que se las apañaran o buscarme una familia de acogida.
Cuando el de 7 se acostó después de comer, me decía «madre mía, que me pide el cuerpo un caldito y no tengo fuerzas ni para levantarme del sofá…si estuviera mi marido, o mi madre, o mi hermano (aunque no sabe freir un huevo), alguien, para echarme una mano, para acompañarme, para preguntarme qué tal estoy o si necesito algo…»
Cuando no tienes redes familiares cerca todo es mucho más duro. Es así, y es a lo que estamos abocados. Esas familias extensas de antaño están desapareciendo porque la movilidad geográfica ya no es un obstáculo, sino que cada vez es más frecuente.
Si, además cada X tiempo te trasladan, como nos pasa a las familias de militares, las redes de apoyo sociales, los amigos que tanto te cuesta hacer, todo ese entorno en el que has tardado meses en integrarte se resetea y parte de cero otra vez. Cuando creías que tenías las espaldas cubiertas, placa! a la otra punta del país.
Y la soledad se apodera muchas veces de tí.
Porque al final, es tu pareja la que trabaja en su entorno, en otra ciudad, pero en su entorno, y raro es que no conozca a alguien. Y si no lo hace, la camadería aparece enseguida.
Pero, los que nos quedamos en casa, los que dejamos nuestro trabajo -si hemos tenido la suerte de tenerlo- nos vemos en la triple tarea de socializar niños, socializarte tú y buscar trabajo, cosa cada vez más complicada por la edad y por la falta de medidas de conciliación.
No voy a entrar en el papel del Ejército dentro de las medidas de conciliación familiar vinculadas con traslados de destino, porque no es el objetivo de esta reflexión y porque sería hablar de una reivindicación tan antigüa como el comer que no llegaría a ninguna parte. Porque si nos ponemos, por favor, que las vacantes salgan resueltas ANTES de que finalicen los procesos de escolarización, que no creo que sea tanto pedir…
A lo que iba, las que estamos solas (hablo en femenino porque somos la mayoría) somos nosotras. Las que sacamos fuerzas de flaqueza somos nosotras y las que sentimos la soledad de una madre somos nosotras.
Verte en urgencias con tres niños porque no tienes con quién dejarlos es muy duro, y te machaca.
Yo puedo dar las gracias porque en todos lo sitios en los que he estado me he encontrado gente maravillosa, buena, y he forjado relaciones reales que duran a lo largo del tiempo, a pesar de las distancias.
Aunque es verdad que seguimos con el «problema» de poder ubicar al de 7 con alguien de confianza en caso de urgencia, lo que hoy por hoy no es factible ni negociable, a no ser que la abuela o los tíos estén disponibles o de visita…
Pero también es verdad que eso de que las mujeres hacemos Tribu es una realidad como un templo, y sé que hay mamás con las que puedo contar para encajar al de 3 y a la de casi 6 en caso de necesidad, con las que contar para echar un ratito de juegos entre niños, con las que poder desahogarme o simplemente tomar una cañita a las siete de la tarde. Y eso es mucho.
Creo que es importante reivindicar la importancia de esos lazos que muchas veces damos por hechos o a los que restamos importancia, porque sí la tienen. Porque dan sensación de seguridad, y al mismo tiempo confianza y tranquilidad en que las cosas pueden ir mejor, normalizarse porque hay alguien ahí, inmediato, que ante una llamada o un mensaje te ofrece su ayuda.
Y es verdad que la sensación de soledad que me invadía cuando llegué a Madrid hace 6 años, se ha ido transformando en sensación de integración, de adaptación y complicidad, aunque claro está, tengo mis momentos…
Por ello, ahora que se avecina ascenso del señor esposo a la vista, me tiembla todo de pensar en un nuevo traslado, y todo lo que va a conllevar con tres criaturas a las espaldas.
Pensemos en lo positivo y a esperar, que ya habrá tiempo para dramones y resurgimientos…
Si, si, piensa en lo positivo porque sino, uffff…
Me imagino lo difícil que tiene que ser verse sola, enferma y con tres niños aún pequeños, me dan escalofríos por todo el cuerpo solo de pensarlo. Y ahora sale mi lado feminista pero te digo yo que eso un padre no lo aguanta, con lo malos enfermos que suelen ser.
Un besín y mucho ánimo, desde aquí te mando un caldito virtual y enhorabuena por tener esas personas que se quedan con dos de tus niños, toda ayuda es bienvenida.
Hoy ya mejor, recuperándome a velocidad ultrasónica…es impresionante la capacidad autocurativa de las madres, ¿verdad? La verdad, el hecho de saber quehay alguien hay da tranquilidad pero cuesta. Empezar de cero, abrirte a la gente…Y no hace falta trasladarse para sentirse así. Creo que todas las madres sentimos soledad en muchos momentos porque queremos abordarlo todo y no podemos. Por encima somos humanas. Un besito, gracias por el caldito y por estar ahí!!
No sabes cómo te admiro, niña! Nosotros hace tiempo tuvimos la oportunidad (x mi marido, claro) de ir fuera de Madrid y sopesándolo todo no nos convenía…empezar todo de cero, el estar solos alli… Claro que esto es porque pudimos elegir, en tu caso imagino que no es tan fácil. Tiene que ser un coñazo integrarte, volverte a integrar… Y siempre estar lejos de quien puede ayudarte. Esperemos que el ascenso pueda ser viable con vuestra vida en Madrid o, mejor, que fuese cerca de la familia…¡un besazo y termina de ponerte buena!
Ya estoy al 80%, y menos mal, que mañana fiesta…Los traslados siempre son duros. En nuestro caso la cosa se debate entre Melilla y Madrid. Conocemos ambas ciudades porque hemos vivido en ambas, lo que por ese lado t da cierta tranquilidad, pero es verdad que una cosa es moverte solo y otra con los tres. Y ahora que yo estaba adaptada, con todos en el cole, con tiempo para mi (algo, al menos…) me da pereza y me agobia porque, aunque la familia nos pilla lejos, imagina con el charco de por medio. AL final, uno se adapta, está claro…pero eso no quita dureza. Muchas gracias por pasarte y un beso grande!
Hola. espero que ya te encuentres mejor pero entiendo tu sensación de soledad e impotencia cuando una se encuentra fatal de salud y tiene a los niños a su cargo con sus rutinas. Seguimos en contacto
Es que cuando una está mala, ni haciendo de tripas corazón puede con todo…Es una sensación de impotencia desbordante…
Muchas gracias y un beso!!
Animo!!como te entiendo en lo que dices, las madresno tenemos derechoni a caer enfermas!!Un fuerte abrazo
Ni enfermas, ni cansadas, ni días de bajón…y si lo estamos nuestra capacidad de curación es asombrosa. Ya te digo…Un beso!
Te admiro en todas las facetas que te toca desempeñar con esa sombra que supone estar prevenida para cualquier traslado. Espero que te cures pronto del todo. Eres valiente y fuerte y te deseo mucha suerte!
Muchas gracias. Me queda esa tos perruna, de esas que parece que los pulmones se te salen…pero al menos hay energía. Sí, es un rollo…pero ya lo sabia cuando me casé. Lo malo es que no está gestionado bien a nivel familiar, no se contempla la familia y es todo un kaos de residencia, colegios, mudanzas…y luego la parte personal y subetiva que es la que duele. Un beso y gracias mil!
Qué duro eso de trasladarse con niños… Cuando es uno solo, o una pareja, es más fácil adaptarse, pero con niños… Uf, no puedo ni imaginarlo. Con lo que les trastorna a ellos los cambios… Y lo de la soledad, sobre todo en esos momentos en los que estás desbordada, pero también para los buenos momentos, para compartir un rato con tu madre, tu hermano o tus amigas de siempre… También tiene sus cosas positivas, desde luego: conoces nuevas ciudades y gentes, los niños aprenden a adaptarse a nuevos entornos… y, además, cómo no os queda otra, pues mejor mirar el lado bueno. Deseo que te recuperes muy pronto. Besos!
Todo tiene su lado bueno, por supuesto, y si te vas adaptando, dejas impronta porque haces amigos para siempre, pero como dices, con niños es más difícil, y conforme crezcan lo será más…Los míos son pequeños pero ahora mismo estamos tan integrados que de verdad, me da una pereza y un agobio…pero es una pataleta, porque al final será lo que tenga que ser. Para bien o para mal….Muchas gracias y un beso!!
Estoy contigo, a lo largo del embarazo y después de tener al peque he necesitado en muchos momentos el calorcito de alguien cercano, y concretamente de alguien que supiera y entendiera el momento vital en el que estaba.
Tener una red de apoyo es importante, y no quiero imaginar lo que debe ser tener peques y andar con traslados cada X. Lo bueno es que, aunque no vale para quedarse con los niños, el mundo 2.0 sirve de apoyo en muchas ocasiones, ¿verdad? Un besote!
El mundo 2.0 es un GRAN apoyo, más de lo que la gente pueda imaginarse, porque la gente no tiene preuicios ni ideas preconcebidas, pueden escucharte, darte consejos, y, a falta de un apoyo presencial, puede ser de gran ayuda…
Con el embarazo te entiendo también. Mi madre vive a 500 km, y no tengo a nadie, así que los tres fueron un reto y una aventura de descubrimientos y muchos errores…pero salimos, ¿no?
Un beso fuerte y gracias!
Te entiendo con mayúsculas. Yo he estado en tu situación con uno, no me quiero imaginar lo que pasas con tres. Yo tampoco tengo tribu, tengo mis amigas, pero cada una va a los suyo, algunas gracias a Dios tienen sus empleos y a sus hijos y las que estan en casa, o viven muy lejos, o no son lo suficientemente empáticas ante estas situaciones porque ella tienen quien les tienda una mano en estos caso y simplemente no les interesa ayudar. Aunque mis orígenes y raíces son 50% españoles, soy hija de inmigrantes, que se fueron a Venezuela hace muchos años y están tan arraigados allí, que no hay forma de que quieran venir ni de visita, aunque sea raro en los gallegos que simpre quieren venir a su tierra, así que con mis padres no cuento. Mi hermana vive en Panamá, mi hermano en Chile, mis cuñadas en Cananadá, Chicago y Kuala Lumpur, tengo primos en Galicia, Santander y Las Canarias, y mis amigas de la infancia desde la Patagonia hasta Alaska y desde Portugal hasta New Zeland. Me he ido creando una red de amigos, conocidos, pero tribu no tengo, y cuando creí que la tenia, me topé con una familia de acosadores que estaban mas interesados en mi marido e hijo que en echarme una mano, raro no?. Pero eso nos pasa a los que nos desplazamos, a los que cambiamos por trabajo con frecuencia de residencia, o los que decidimos hacer nuestras vidas en otra latitud. Cuando no tienes a nadie que te haga una sopita, quien te dé un abrazo, a quien le puedas decir como me pasó hoy, por favor ¿puedes ir a buscar al peque a la guarde que ya no aguanto mas?, es duro, y solo queda llorar con la almohada, porque tu marido puede no entenderte, porque ellos creen que estas en casa y eso es suficiente para pensar que no haces nada en todo el día, o que lo que haces es muy sencillo. Sólo te puedo decir que yo estoy en casa y si un dia necesitas que alguien te acerque una sopa, aunque sea del chino porque no he tenido tiempo de prepararla, cuenta conmigo, que la tribu 2.0 de vez en cuando se desvirtualiza y se hace real, y por ahora tengo "la ventaja" de que también estoy en casa. también si quieres un día quedar para desahogarte, quedamos, siempre sirve de terapia, a veces no lo creemos pero somos muchas las que tenemos los mismos problemas y no tenemos con quien desahogarlos. Besos guapísima y muchos ánimos!
Ay madre mía!! Tienes la red de contactos más internacional que conozco, y eso que la mía es grande, qué barbaridad…Entiendo tu sensación, y es muy difícil llevar un día a día. También te digo que tu peque es muy pequeño y con dos bebés vas a verlo todo más cuesta arriba de lo que es, pero sabes que son unos añitos y luego ya, ¿verdad? Seguro que a través de esta maraña de madres blogueras conseguimos hacer una red real que merezca la pena, porque somos muchas en la misma situación, con los mismos problemas y situaciones parecidas…Mil gracias por tu parrafada, estoy emocionada. Un beso enorme
Ay amiga cómo te entiendo, recuerdas mi post cuando tuve la gripe???? Se parece tanto la esencia…
Llora, grita y desahogate, porque es lo que nos queda.
Yo ahora no sé por dónde andas pero si alguna vez estas por mis tierras, no dudes en llamarme si algún día quieres llamarme por teléfono ( me encanta charlar al tel ), pues me lo pides, te lo doy y ale, a cotorrear.
Muachos ebsitos corazón y a mejorarse!!
Ay hija, si es que la culpa es muy mala!! Y nada buena. En esta ocasión más que culpa ha sido rabia y tristeza, esa sensación de estar para todos pero, ¿quien para mí? No recuerdo la última vez que me encontré pachucha y pude quedarme en la cama tranquila, y asi ni se cura una física ni mentalmente. Mil gracias por el ofrecimiento y te tomo la palabra, que yo también cuando me pongo a hablar, me pongo. Un beso enorme!
que razon llevas guapa…. pero no te sientas sola que ya sabes que cuando quieras tienes a las wassapmamis(como tu nos llamas ) a tu disposicion ,mandas un mensaje y acudimos todas como las moscas ya sea para tomar unas cañas( a eso nos apuntamos rapido…) o cualquier otro problema,sabes que rapido nos organizamos y enseguida tienes a 8 madres dispuestas a recoger a tu maripili, 6 madres buscando el disfraz que te hace falta, 5 madres organizando una quedada,ya sabes las wassapmamis somos asi ….jajaja .besos guapa.
Ay Yoli, muchas gracias! Ya sé que siempre estáis ahí, sobre todo tú, que ya me has sacado de un par de apuros sin casi ni tener que pedírtelo! Un beso enorme…
Animo…yo tengo la suerte de llevar muchos años en mi ciudad …con los míos..no sé qué habría hecho sola.Supongo q uno se adapta.Mucha suerte y mucho animo.Si recalas en Badajoz estoy para echar una mano a quien lo necesite.De corazón
Si te adaptas sí, sobre todo cuando sabes que no puedes estar cerca de los tuyos…A esperar a ver qué nos deparan estos meses. Un beso fuerte y mil gracias….