Lo reconozco, dormir no he dormido mucho, la verdad. Me había venido arriba con el tema de la entereza y el control pero tocotó, de eso ni un ápice. Un manojo de nervios es lo que soy ahora mismo.
Me he pasado la noche repasando mi lista mental de cosas pendientes y calculando tiempos hasta las 14’15 que venga el taxi a reogernos. Porque de poder haberlo tenido todo casi listo ayer, mi rubio de 3 no pudo hacerme la tarde más imposible, porque él lo vale. Consecuencias de no haber querido dormir la siesta.
Así que aquí me tienes con el tercer café, un Ibuprofeno para mi estado premenstrual (Murphy, ven a mí) y tratando de evitar con poca suerte de que el de 7 se lleve al fregadero mi tazón lleno constantemente, afán ordenatorio desmedido.
Una sensación agridulce me recorre el alma.
Mucha, mucha ilusión y emoción por los reencuentros que nos esperan. Tantas ganas de ver a tanta gente, y esas calles. Además, es feria, ¡qué mejor recibimiento!
Pero mucha, mucha pena por lo que dejo aquí.
¡Quién me iba a decir a mí, 7 años atrás, cuando llegué llorando a Madrid que me marcharía igual, llorando!
Y sí, hemos pasado unos primeros años muy duros, pero también nos han sucedido cosas fantásticas, entre otras mis hijos.
Voy a echar de menos mi casa nueva. Sólo dos años en ella. Tantos esfuerzos, sacrificios y ahora me tengo que mudar a una que mide prácticamente la mitad. Me da pena que los niños, ahora que están en estas edades, no la vayan a disfrutar. A pesar de la parcela embarrada y sin arreglar todavía, pero saber que está ahí, su columpio, su cama elastica, su manguera para jugar a saltar en charcos de barro…
No voy a echar de menos el terraguero a limpiar cada día y las horas interminables con el mocho en la mano y ordenando en bucle. ¡Qué bien nos va a venir ir con lo justo y la vida minimalista!
Voy a echar de menos el olor a tierra mojada y los pájaros al amanecer. Un privilegio vivir en la ciudad a unos metros del campo. Ese arroyo, esos paisajes en otoño, en primavera, en invierno…
No voy a echar de menos las alergias y los brazos llenos de granos del tamaño de garbanzos con tan solo acercarme a quitar rastrojos, y esa sensación de que te falta el aire. Tampoco voy a echar de menos las plagas de cotorras que me ponían la cabeza como un bombo cuando se ponían a cantar. Sí, hablo de pajarracos verdes.
Voy a echar de menos salir y tener las montañas nevadas y sentirme invadida por una sensación indescriptible.
No la voy a echar de menos en cuanto llegue esta tarde y contemple mi Mediterráneo en toda su plenitud. El que me ha acompañado prácticamente toda mi vida, y me da energía.
Voy a echar de menos tener el colegio a cinco minutos y la parada a 8, Paradójicamente, en una ciudad de 12 km voy a tener que ir en coche. Maldita sea mi estampa.
No voy a echar de menos el estrés de ver que dejo a los pequeños sólos en la fila para poder llegar a la ruta y sentirme malamadre porque el pequeño se queda llorando. Ni que la ruta del mayor llegue exactamente a la misma hora que salen lor otros y no llegar jamás puntual. Ni que el pobre pierda 1’40 minutos todos los días en autobús.
Voy a echar de menos a mis madres del cole ya que son muchas cosas las que nos unen. Voy a echar de menos la aventura de comenzar la nueva etapa juntas. Y esos maestros, Mar, Pilar, Paloma, Ali, Jorge…
En realidad no las voy a echar tanto de menos ya que gracias al 2.0 seguimos ahí, en el chat de «Mamas de Mar» y en las redes.
Voy a echar de menos a mamás blogueras y no blogueras que este último año he tenido suerte de encontrarme en el camino. La vidilla de eventos, reuniones, saraos.
Conseguiré no echarlo tanto de menos a través de esta ventana y de mi firme intención de escaparme con cierta regularidad a la capital. Palabra de Trimadre especial.
Voy a echar de menos plantarme en el centro en metro (sí, me gusta el metro a pesar de ser «Sufridora de») en 15 minutos y al salir a la calle encontrarme rodeada de tanta vida y esos majestuosos edificios a mis pies. Respirar vanguardia, historia,,,
No voy a echar de menos, retrasos, suspensiones de servicios, calles atestadas, y tardar hora y media en recorrer la ciudad de punta a punta. Ahora voy a poder recorrerla en menos de 10 minutos.
Y no, no voy a echar de menos las horas de oscuridad, el estar encerrados en casa las tardes de invierno, ese frío seco, esos niños zombie porque el tiempo no acompaña.
Pero, a pesar de no echar de menos tantas cosas, me dejo una parte de mí. Las vivencias, para bien o para mal nos marcan y nos definen. Nos construyen, y ahora sólo me vienen a la mente momentos buenos.
Lo sé, es el estrés y las hormonas. En cuanto aterrice, respire y me de un «rule» con el coche todo se desvanecerá y cambiaremos el chip.
Nos vemos pronto, muy pronto.
¡¡Claro que sí!! Y cuando vuelvas, aquí estaremos para recibirte! Cuídate mucho y sigue escribiendo! =D Un abrazo grande con muchos besos para ti y tus chicos!
Ha sido una pena conocerte tan tarde. Por lo menos nos quedará el 2.0 que seguro que nos acerca más. Vivir en la misma ciudad no garantiza el vernos más. Nuestras vidas, especialmente la tuya, no es que nos deje muchos momentos de ocio para nosotras. En cualquier caso, seguirá siendo un gustazo saludarte todas las mañanas a las 6.30. Te deseo mucha suerte en vuestro viejo/nuevo destino y buen viaje. Y recuerda que siempre te quedará Madrid.
Pues lo mismo digo Rocío, espero verte en algún evento porque ten por seguro que intentaré personarme siempre y cuando las fechas cuadren…Ha sido un auténtico placer, y nos vemos en los madrugones!!
Ya te lo he dicho muchas veces, pero esta nueva etapa seguro que te traerá un monton de aventuras nuevas y espectaculares. Madrid también te va a echar de menos a tí y los tuyos, no lo dudes. Mientras tanto, nosotras nos quedamos a cargo de la ciudad, tranquila. Disfruta de este momento y pa´lante! Nos vamos leyendo guapa.
Venga con Moneteeeeee!!!! Que este año va a ser el año de los sueños infinitos ya verás. Desde aquí os tendré al tanto y a seguir tus crónicas!! Un beso muy grande!
Mucha suerte en tu nueva etapa. Me apena que nos hayamos conocido justo al final de tu vida en Madrid, pero, como bien dices, nos queda esta ventana en el 2.0. Es normal que sientas pena por dejar ciertas cosas atrás, pero te esperan un montón de cosas buenas y las malas, como lo del coche, seguro que las vas enfrentando y resolviendo bien. Buen viaje!
Un placer conocerte! Te echaremos de menos en los eventos! A ver si puedes escaparte a alguno. Mucha suerte para vuestra nueva vida, seguro que lo mejor, esta por venir! Besazos!
¡¡Claro que sí!! Y cuando vuelvas, aquí estaremos para recibirte! Cuídate mucho y sigue escribiendo! =D Un abrazo grande con muchos besos para ti y tus chicos!
Y otro para vosotros! NO lo notaremos tanto, a excepción de eventos, la verdad….Pero intentaré ir a alguno si cuadran fechas. Besotes!
Ha sido una pena conocerte tan tarde. Por lo menos nos quedará el 2.0 que seguro que nos acerca más. Vivir en la misma ciudad no garantiza el vernos más. Nuestras vidas, especialmente la tuya, no es que nos deje muchos momentos de ocio para nosotras. En cualquier caso, seguirá siendo un gustazo saludarte todas las mañanas a las 6.30.
Te deseo mucha suerte en vuestro viejo/nuevo destino y buen viaje. Y recuerda que siempre te quedará Madrid.
Un beso, Rocío
Pues lo mismo digo Rocío, espero verte en algún evento porque ten por seguro que intentaré personarme siempre y cuando las fechas cuadren…Ha sido un auténtico placer, y nos vemos en los madrugones!!
Ya te lo he dicho muchas veces, pero esta nueva etapa seguro que te traerá un monton de aventuras nuevas y espectaculares.
Madrid también te va a echar de menos a tí y los tuyos, no lo dudes. Mientras tanto, nosotras nos quedamos a cargo de la ciudad, tranquila.
Disfruta de este momento y pa´lante!
Nos vamos leyendo guapa.
Mil besos
Venga con Moneteeeeee!!!! Que este año va a ser el año de los sueños infinitos ya verás. Desde aquí os tendré al tanto y a seguir tus crónicas!! Un beso muy grande!
Mucha suerte en tu nueva etapa. Me apena que nos hayamos conocido justo al final de tu vida en Madrid, pero, como bien dices, nos queda esta ventana en el 2.0. Es normal que sientas pena por dejar ciertas cosas atrás, pero te esperan un montón de cosas buenas y las malas, como lo del coche, seguro que las vas enfrentando y resolviendo bien. Buen viaje!
A mí también, pero la vida es así, encuentra y reencuentra, ¿no? Mucha suerte con tus proyectos y ya os iré informando. Un beso!!
Un placer conocerte! Te echaremos de menos en los eventos! A ver si puedes escaparte a alguno.
Mucha suerte para vuestra nueva vida, seguro que lo mejor, esta por venir!
Besazos!
No lo dudes!! EN cuanto alguno cuadre en fecha y vuelos (y los niños tengan asegurado el cuidado) allá que voy!! Un beso grande Elena