…porque como decía ayer, me va a dar un mal y además el lagrimal me odia…
Soy de llanto fácil, es verdad, de siempre, pero llevo unos días que ni con la pasada de llorar que me pegué con la película «Quédate a mi lado» años ha…
Desde hoy ya es oficial: los próximos tres años vamos a estar en Melilla, aunque era un secreto a voces y llevábamos preparándonos meses para lo inevitable.
Pero, por mucho que te prepares, conciencies, las despedidas cada vez son más difíciles.
Cuando llegué a Madrid llegué enfadada. Muy enfadada. No quería vivir aquí. Era una ciudad tan grande, no conocía a nadie, y me encontraba con un bebé de 8 meses con problemas y ya embarazada, además de haber acabado de perder a mi padre…No pude llorarle, estaba demasiado ocupada con una crianza complicada, con un marido que llegaba a casa a las once de la noche y con una madre desolada…y todo ese cabreo, esa angustia, ese dolor, los proyecté en el hecho de haberme mudado, en esta ciudad.
Pero como siempre pasa, uno sobrevive y se adapta. Y tras siete difíciles años me he encontrado con gente que ha pasado de ser conocida a formar parte de mi vida.
Todos los profesionales que han atendido a mi mayor, los del desaparecido colegio ATAM y los de la FUNDACiÓN GIL GAYARRE. Vocacionales, cariñosos, profesionales, humanos,…me faltan palabras para describirlos. No puedo imaginar qué se le pasará por la cabeza a mi hijo cuando comience el nuevo curso y no estén. Y no quiero pensarlo porque rompo a llorar. Y es que los cambios para un niño así son muy complicados.
Mar, la profesora de mi mediana. Tres años en los que la ha visto crecer y madurar a la fuerza, más que sus compañeros, porque como ella siempre ha dicho «Es lo que te ha tocado vivir y eso te ha convertido en una niña maravillosa» Con todos sus despistes, sus petardeos, sus conversaciones cuquis, ha sido una docente que ha enseñado a mi hija valores mucho más allá de una mera labor educativa. Ha formado parte de nuestra vida, de estos años complicados, ofreciéndose siempre, dándonos apoyo, con mensajes de aliento cuando más los necesitaba…
Gracias también por haberla acompañado en este proceso de cambio que está resultando tan complejo y duro para ella, y doloroso aunque no cuente nada…
Mis wasspamamis, que desde ese primer cumpleaños de Adrián López (el pretendiente eterno de mi hija), me acogieron, se ofrecieron, me apoyaron, me aguantaron….Gracias por escuchar todas mis desventuras de insomnio, mis quejas permanentes, por socorrer a mis polluelos cuando la ruta no llegaba, por cuidármelos en la fila para que no se quedaran solitos, por consolar a la mediana cuando la tenía que dejar tan pequeña llorando, por echarme una mano con los disfraces de última hora, por esos chats interminables acerca de estrellas de porexpan y Gerberas. Por existir en estos momentos de mi vida.
Gracias al mundo 2.0. Gracias a Mónica de la Fuente, por estar omnipresente, por su calidez, por crear comunidad, NO veas lo que voy a echar de menos los eventos madresféricos y a todas esas madres blogueras, pero ojito, que el avión me planta en un rato, así que no os váis a librar de mí tan fácilmente…
Gracias a Laura Baena por darme la oportunidad de compartir testimonio en ese «Ellas Opinan«, y a partir de ahí poder conocer malasmadres que me han hecho desconectar y sentirme menos bicho raro.
Si es que hasta me he despedido de la perra, que va a pasar cuatro semanas de relax en una residencia estupenda y me ha dado cosilla…y es que tras dos años una le acaba cogiendo cariño a esa bola de patas con pelo.
Y que sí, que soy muy cansina, pero es que una vez que había conseguido salir de casa, volver a sentirme mujer, además de madre, que estaba consiguiendo hacer algo que me gustaba..y otra vez a empezar de nuevo.
Bueno, de nuevo no, que allá en el sur, pero sur sur, tengo mucha gente buena que en su día dejé atrás -sin despedirme cómo no- y a la que estoy loca por volver a ver.
Pero ya no puedo llorar más de la emoción. Esa mezcla de sentimientos me ha dejado agotada y con una migraña de las buenas, ojeras y ojos de resacosa.
Así que ya, no prometo no llorar, pero sí algo menos.
Porque no puedo despedirme de nadie más, al menos de momento, y ahora con las vacaciones esperemos coger fuerzas para esta nueva etapa.
Muuuuchos besos guapísima! Como dices tu, en avión te plantas en un tris x los madriles. Nos seguiremos leyendo, q es lo bueno de este 2.0, q hace q las distancias no sean tan largas. Un besazo, tocaya! Y otro para tus campeones, q son unos niños preciosos, x dentro y x fuera 🙂
Hola. entiendo perfectamente tu estado y tu tristeza pero seguro que el nuevo destino será fantástico y todos os vais a adaptar perfectamente… espero que no nos abandones a las que seguimos en este mundo 2.0 y nos cuentes tus andanzas en Melilla… ya verás como todo sale bien y va a ser una experiencia enriquecedora para todos… ánimo y suerte. Seguimos en contacto
Pero Vane!!!Que va a ser un cambio que te gustaba es normal que te sientas a si después de haber conocido a tanta Malamadre ;).Las despedidas siempre son malas y lo que mas siento es no haberte conocido antes.Pero ya no hay nada que el mundo 2.0 no nos vaya acercar. Yo también he tenido una difícil despedida de colegio.Cambio a mía niños de cole y ha sido un poco duro.Ya sabes que una vez al año nos veremos y no hay nada que los aviones acerquen.Besos guapa.
Los cambios siempre nos afectan y más si somos emotivas, espero que te vaya muy bien, aunque estoy segura que será así, coincidí solo una vez contigo donde nos faltó más tiempo para charlar, pero seguro que más adelante nos encontraremos de nuevo, mientras tanto estaremos en contacto por el 2.0 … Un beso para ti y tus 3 linduras!
Tantos años en Madrid y he tenido que conocerte hace nada… menos mal que se que te volveré a ver en breve, porque el avión acorta distancias! Seguro que coincidimos pronto. Piensa en la suerte que has tenido de vivir esta etapa en Madrid y la de gente maravillosa que te llevas en el corazón. Y ahora a disfrutar de todo lo bueno que os espera!!!! Yo seguiré leyéndote para ver que hace una malamadre en Melilla. Un beso fueeeeeerte!
Los cambios son durillos pero siempre son para mejor. Y por lo que cuentas te llevas un montón de buenos recuerdos y el haber conocido a gente estupenda y maravillosa. Y además te vas a Melilla y no al fin del mundo. Y espero que sigas en el mundo 2.0 contando tu nueva vida. Besos y mucha suerte
Eres una vencedora (y lo sabes ;)) y ya te has demostrado una y mil veces que después de "caer", allá ques vas con más fuerzas. Por eso te mando todo el ánimo del mundo, porque la subida no es fácil, pero nunca imposible.
Muchísima suerte en esta nueva etapa, y todo lo mejor para tus tres soles.
Mucha suerte en tu nueva ciudad. Da mucha pena dejar atrás tanta gente que te ha tratado con tanto cariño, pero como dices, el avión te deja en Madrid en nada y seguro que en Melilla encuentras gente maravillosa que os trata con igual de cariño a ti y a tus niños. Y a nosotras, las del 2.0, pues, nada, que aquí seguimos, porque por suerte para esto no hacen falta aviones ni autobuses ni nada. Besos!
Muuuuchos besos guapísima! Como dices tu, en avión te plantas en un tris x los madriles. Nos seguiremos leyendo, q es lo bueno de este 2.0, q hace q las distancias no sean tan largas. Un besazo, tocaya! Y otro para tus campeones, q son unos niños preciosos, x dentro y x fuera 🙂
Muchísima suerte, todo saldrá bien 🙂
Hola. entiendo perfectamente tu estado y tu tristeza pero seguro que el nuevo destino será fantástico y todos os vais a adaptar perfectamente… espero que no nos abandones a las que seguimos en este mundo 2.0 y nos cuentes tus andanzas en Melilla… ya verás como todo sale bien y va a ser una experiencia enriquecedora para todos… ánimo y suerte. Seguimos en contacto
Pero Vane!!!Que va a ser un cambio que te gustaba es normal que te sientas a si después de haber conocido a tanta Malamadre ;).Las despedidas siempre son malas y lo que mas siento es no haberte conocido antes.Pero ya no hay nada que el mundo 2.0 no nos vaya acercar. Yo también he tenido una difícil despedida de colegio.Cambio a mía niños de cole y ha sido un poco duro.Ya sabes que una vez al año nos veremos y no hay nada que los aviones acerquen.Besos guapa.
Los cambios siempre nos afectan y más si somos emotivas, espero que te vaya muy bien, aunque estoy segura que será así, coincidí solo una vez contigo donde nos faltó más tiempo para charlar, pero seguro que más adelante nos encontraremos de nuevo, mientras tanto estaremos en contacto por el 2.0 … Un beso para ti y tus 3 linduras!
A pesar de su lado amargo, y difícil, disfruta de estas experiencias que te brinda la vida. Sácales todo su jugo. Un abrazo fuerte!
Tantos años en Madrid y he tenido que conocerte hace nada… menos mal que se que te volveré a ver en breve, porque el avión acorta distancias! Seguro que coincidimos pronto.
Piensa en la suerte que has tenido de vivir esta etapa en Madrid y la de gente maravillosa que te llevas en el corazón. Y ahora a disfrutar de todo lo bueno que os espera!!!!
Yo seguiré leyéndote para ver que hace una malamadre en Melilla.
Un beso fueeeeeerte!
Los cambios son durillos pero siempre son para mejor. Y por lo que cuentas te llevas un montón de buenos recuerdos y el haber conocido a gente estupenda y maravillosa. Y además te vas a Melilla y no al fin del mundo. Y espero que sigas en el mundo 2.0 contando tu nueva vida.
Besos y mucha suerte
Hola Vanesa,
Eres una vencedora (y lo sabes ;)) y ya te has demostrado una y mil veces que después de "caer", allá ques vas con más fuerzas. Por eso te mando todo el ánimo del mundo, porque la subida no es fácil, pero nunca imposible.
Muchísima suerte en esta nueva etapa, y todo lo mejor para tus tres soles.
Un beso,
Laura.
Mucha suerte en tu nueva ciudad. Da mucha pena dejar atrás tanta gente que te ha tratado con tanto cariño, pero como dices, el avión te deja en Madrid en nada y seguro que en Melilla encuentras gente maravillosa que os trata con igual de cariño a ti y a tus niños. Y a nosotras, las del 2.0, pues, nada, que aquí seguimos, porque por suerte para esto no hacen falta aviones ni autobuses ni nada. Besos!