El día que yo falte, el panegírico que me dedicarán se resumirá en un «De verdad que me váis a matar de los nervios hijos», ya está, ni más epitafio ni nada, que yo soy de crematorio.
Esa es la frase que me define por las mañanas, sin excepción.
Para mí todos los días son un «Hoy no respondo chicos», «Os aviso, estoy que muerdo», y mi preferida, «Lo habéis conseguido, habéis sacado mi incipiente úlcera a pasear».
Ya es bastante malo tener un sueño cortocircuitado, en el que cuando menos te lo esperas, plas, el tercer oido que desarrollamos las madres nos avisa de que se han destapado y te levantas. Plas, se está despertando uno porque tiene sed y te levantas. Plas, otro hace amago de irse de picos pardos al salón y te acuestas con él hasta que vuelve a dormirse. Plas, tu costilla que ronca como un lirón costipado. Plas, el vecino de la casa de enfrente que está estornudando…
Y así, con esa alegría, cuando ves que el despertador marca una hora más o menos razonable, si tienes suerte de que no se hayan levantado de manera definitiva antes, pongamos las cinco y media A.M, pegas un brinco y te lanzas a hacer el café más rápido de la historia para poder disfrutar de esos diez minutos de relax únicos que te da el silencio que sólo la madrugada proporciona.
Pero lo huelen, huelen tu intranquilidad, tu satisfacción y allí aparece el primero. Y tú reconcomiéndote porque el padre sigue durmiendo a pierna suelta a las seis menos diez de la mañana. Tendrá morro. Qué más da que esté medio griposo y se tenga que ir a trabajar en un rato, que te fastidia igual tener que ser tú siempre la primera.
Preparas el desayuno corriendo, pero literalmente, porque la hambruna del de 7 no es normal, encima con exigencias con sus gritos como forma de expresión, y tú ya amenazando porque ves que va a despertar a los otros y entonces te da el parrús definitivo.
Al poco llegan, corriendo como salvajes, a grito pelado. Y tú desesperada por los ruidos. Por Dios, me he mudado a una casa en la que no tengo vecinos, pero los berridos…, ¿Qué queréis? ¿Que nos tengamos que ir a una Ermita??
Y el de 3 aparece con el culo al aire y el desatascador del Wc en la boca. «Mia mami, metoy tatacando» «Niño, deja eso que está sucio, por favor!!!…Váis a acabar conmigo. Lo sé.»
Treinta veces el «¡Que os lavéis!» pero siempre hay cosas más importantes, como cantar el «Suéltalo» delante del espejo hasta la saciedad.
El de 3 de nuevo, que me ve aparecer con la ropa y se activa el programa maratoniano. Desde que nació, es llegar la hora de vestirlo y echa a correr como alma que lleva el diablo. Más gritos.
Mientras me peleo por la higiene bucal, porque queremos pasta de dientes del cocodrilo y no del león, el de 7 que se ha desvestido entero. Otra vez.
En lo que tardo en cambiarme y hacerme el moño, resulta que uno se ha hecho pis encima y el otro se ha hecho cacotas.
Ahora ración de berrinche por partida doble, uno porque no quiero babi y otra porque no quiero uniforme.
Ya las pulsaciones las noto hasta en las raíces de las mechas.
Salimos de casa y la de 5, como siempre se ha dejado el desayuno. Vuelve a entrar en casa peleándote con la perra-jamelgo que se te engancha de la bota a bocado limpio.
Corre al cole, suelta a dos, bate tu propia marca personal y llega a los 8 minutos a la ruta del mayor que te está esperando….
Y en cuanto llegas a casa te late tan fuerte el corazón que realmente piensas que te va a dar un mal. Todos los días, uno tras otro…cualquier día me van a matar de los nervios, …desde el cariño.
Vanesa perdoname pero me he reído muchísimo.
Y es que si Almodovar pudiese vernos por un agujerito nos compraba los derechos para hacer una película.
Ánimo que tu puedes!!!!!
Me he reído un montón!!!! <3
Hola: tal cual mi mañana y mis noches cuando eras pequeñas mis hijas… Recuerdo que me levantaba a las 5:30 de la mañana para poder desayunar a mis anchas porque la peque se levantaba a las 6 y como bien dices, muerta de hambre.. Hoy en día ya pasé esa fase y te confieso que todo pasa y el futuro es más tranquilo… también siempre decía la famosa frase de la ''úlcera'' … seguimos en contacto
Tal cual, y es que cuando llegas a casa parece que ya has corrido una maratón, ida y vuelta. Pero lo bueno empieza con el descanso en el trabajo, jajajaa
Uf! Jajajajaja, me agoté leyéndote, pero me hago idea, jajajajaja… Algunas de mis mañanas son tb así de "tranquilitas", jajajajaja
Vaya me has hecho reír con tu narración pero por otra parte me da la sensación de que no te hace ninguna gracia y estás un poco saturada. Te mereces mucho más que esos 10 minutos del café. De verdad que después de leerlo y aunque lo has contado muy bien y en un tono de humor cosa que se agradece, pero lo que me ha llevado a comentarte es que de fondo se ve que hay mucho más. Espero que no te moleste q te lo diga. Aunque bueno te lo tomas con humor que eso es importante.
Un besito y mucho ánimo.
Disculpadme, no me funcionan las respuestas a comentarios individuales. Es lo que tiene ser una lerdilla tecnológica. Estoy en ello…
Mama de Verdad…no me molesta en absoluto porque es así. De hecho este espacio lo creé como forma de canalizar todo ese estrés acumulado a lo largo del tiempo, una manera de compartir y tmbién de servir de vía de escape. El humor es la forma que tenemos de confrontarlo, porque el día a día es duro con el de 7 y no sabemos cómo será el futuro. Así que, por lo pronto, afrontamos casa rutina como una aventura, desquiciante, pero al fin y al cabo son niños. Muchas gracias!!!
A mi el deporte me relaja muchisimo, es una buena tecnica jeje
Estoy riéndome tanto! Y con esa sensación de "me río porque no soy yo" , yo me atasco de café en la mañana triple espresso!!! Y luego entre las tilas y valerianas…. No es normal creo yo y luego ves que hay tantas tris! En los mismos zapatos y en el mismo corre corre.
Es muy estresante, demasiado. Me río por no llorar, porque hay días en los que realment m preocupa mi salud del estado de nervios. AL menos consuela saber que crecen y que conforme vayan siendo más autónomos la cosa irá a mejor. Ay, las tris gobernaremos el mundo pero a costa de nuestra vida…
Todo, todito, me suena y sí, te huelen, y sí, el padre no los escucha aunque seas tú quién duerme con tapones. Besazo
madre¡¡¡¡ me rei, ( yo solo con dos ) de verdad porque me recordó un tiempo pasado y no muy alejado de esa realidad, las mismas prisas , las mismas carreras, el no llegar pero ahora que son mayores , se recuerda de otra forma
Son como mis mañanas!! Jeje… Yo llevo dos días intentando no haber chillado antes de ir a la oficina. Ayer no chillé hasta que no nos sentamos en el coche, y hoy LO HE CONSEGUIDO!! A ver cuanto nos dura…
Un horror! Yo estoy con el propósito firme este verano de no gritarles. Y la verdad, me estoy sorprendiendo, auinque creo que por contra me va a dar un jamacuco.
JA ja ja…Al menos conseguiste sentarte serena 😉
Un beso!!