Yo no sé de qué me quejo.
Que si mi vida es aburrida, monótona, que si no hay emoción…
Sin embargo mi hijo, #Elde4, vive en una aventura constante.
Este sí que vive aventuras, y de las buenas.
No aventuras cualesquiera, NOOOOO, sino que Súper aventuras.
Sin ir más lejos, la última epopeya del aventurero de la familia ha sido la de enfrentarse nada más y nada menos que a la temible…ARDILLA VAMPIRO.
Y yo ajena a los riesgos de mi vástago…
– Mami, ¿habrá por aquí ardillas?– Probablemente, ya hemos visto alguna vez, ¿no te acuerdas del año pasado?– Nooo– Estáte atento.– ¿Y ardillas vampiro?– No, de esas creo que no.– Es que yo una vez vi una.– ¿Cuándo hijo?– Estábamos en la casa de Madrid acostados, entonces abrí la ventana. ¿Te acuerdas del árbol grande de la parcela? Pues allí estaba, y pensaba que era una ardilla alegre, ¡pero era una Ardilla vampiro!– ¡Ay hijo qué susto! y ¿no te dio miedo?– Un poco, entró en la habitación y me mordió.– Madre mía…– Era una ardilla normal, de las contentas, que le mordió un vampiro. Pobrecilla. Y era mi amiga, ¡qué pena!– Pues sí, ya es mala suerte.– Pero yo no me convertí, menos mal, qué suerte. La asusté porque soy su peor enemigo, ¿sabes?– Me imagino– Y salió volando con su capa, y se transformó en murciélago. También se puede transformar en una ardilla voladora.– ¿Y estaba sola?– No. Había una madre grande.– ¿Y se escapó?– Uy, es que era una ardilla vampiro gigante dinosaurio, la más aterradora.– Vaya…¿Estás seguro?– Claro.– Y ¿dónde está ahora?– Mamá…ay…que era dinosaurio y están extinguidos, que no te enteras.– Es verdad, qué cabeza.– ¿Conoces la canción de la ardilla vampiro?– Pues mira no– Hay que cantarla para que no te asuste:
Derecha, izquierda, derecha. izquierda (bis)
La ardilla vampiro
Sale de noche
Duerme de día
Se transforma en vampiro
Da mucho miedo
Lo más importante
Duerme en cuevas
En los árboles
Derecha, izquierda, derecha, izquierda (bis)
– Uala, vaya canción.
– Es para ahuyentarlas. Es rockera.
– Sí, si, muy rockera
– Venga mamá, vamos a cantarla
– Venga
Derecha, izquierda, derecha…
– Mamá, cambio de planes.
– ¡Ah! ¿que teníamos un plan?
– Cojo el farolillo, lo pongo de noche, cojo el murciélago de peluche y hago como que lo ahogo. Entonces la ardilla vampiro llega para salvarlo y la capturamos. Y así se convierte en ardilla otra vez. ¿Vale?¿Trato hecho?
Haciendo como que ahogamos al murciélago. El típico reclamo atrapa ardillas vampiro |
Jejejeje me encanta!! Que imaginación y que bien lo cuenta todo!!
Tu hijo tiene una imaginación desbordante. Creo que no te descubro nada nuevo.
Que no cambie nunca! Es genial.
Besotes
Niña, apunta las historias que de ahí sale un best seller ja, ja, ja, ja, ja, ja… ¡Qué imaginación! Y compone y todo. Es un crack! Un besote!