Ya bien entrados en el invierno, llega el momento temido en el que entre los cambios de temperatura y el frío los virus y bacterias pueden comenzar a campar a sus anchas. Los niños corren el riesgo de resfriarse y ponerse malitos y en vacaciones, además, es algo que no apetece nada, lo digo por experiencia… Lo mejor es prevenir ayudando a su sistema inmunitario mediante el cuidado de sus defensas con una buena hidratación, alimentación o apoyándose en complementos naturales como algunos de los productos aboca

Un sistema inmune fuerte proporciona defensas naturales contra posibles enfermedades. Pero cuando el sistema inmunitario está debilitado se vuelve vulnerable, y será más susceptible a resfriados, gripe u otro tipo de enfermedades. ¿Cómo podemos evitarlo o minimizar el riesgo? Mediante la prevención, que incluye en un primer momento la mayor de las defensas que los seres humanos tenemos: la lactancia materna.

¿Cómo podemos fortalecer las defensas de nuestros hijos?

Las familias podemos fortalecer las defensas de varias maneras.

  • Manteniendo el calendario vacunal al día y actualizado. La OMS  define a las vacunas como “cualquier preparación destinada a generar inmunidad contra una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos”
  • Mantener una correcta higiene desde pequeños. Trabajar el hábito del Lavado de manos regular puede ser una de las mejores maneras de eliminar los microbios, evitar enfermarse y prevenir la propagación a otras personas.
  • Mantener una buena alimentación.  Resulta fundamental, existiendo una serie de alimentos que fortalecen esas defensas naturales del organismo de los niños.

 

La alimentación como fuente de defensa natural frente a infecciones y enfermedades. 

Es importante evitar en la medida de los posible el consumo/ abuso de alimentos procesados como bollería industrial, chuches, refrescos o tener en cuenta la posibilidad complementar mediante suplementos como grintuss de niños

Aparte de esto, para reforzar las defensas y el sistema inmunológico de nuestra familia, es imprescindible que la dieta de nuestros hijos sea equilibrada y no falten nunca los siguientes productos:

  • Lácteos. En concreto los fermentados como el yogur o según los estudios más recientes el kéfir que parece que apunta a ser un gran aliado; contienen probióticos, una sustancia importante en la lucha contra infecciones. También la leche entera, ya que es rica en vitamina D y nos viene  muy bien en invierno cuando hay menos exposición a los rayos del sol y puede existir deficiencia de la misma. También quesos y otros derivados.
  • Pescados. El salmón, el atún o la caballa por ejemplo aportan también la vitamina D de los lácteos. 
  • Frutos secos, que en los más pequeños deben presentarse triturados para evitar el riesgo de atragantamiento. Las nueces sobre todo son recomendables porque suponen un gran aporte de omega 3.
  • Legumbres son también unas grandes aliadas.
  • Carnes magras como pollo, conejo, ternera…Albergan muy pocas grasas saturadas y también contienen antioxidantes, que luchan contra los radicales libres, actuando contra la oxidación celular. También son fuente de vitaminas como la B12, magnesio, potasio, hierro y fósforo.
  • Frutas y verduras, que van a ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, especialmente aquellas ricas en vitamina C como los cítricos, brócoli, acelgas, espinacas, endivias…Las zanahorias, muy ricas en vitamina A son perfectas para prevenir infecciones respiratorias.

¿Cómo os enfrentáis vosotros a la llegada del invierno? ¡Os leo!

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