Para otros de ¡fiestaaaaa!, de desenfreno, ahí a lo loco.
Para mí, además de trabajar el doble que durante el curso escolar, son el recuerdo de uno de los veranos más larguísimos de mi vida.
…Verano del 2007…embarazada de mi primer hijo, residiendo en el Sur de España, pero sur sur, lo que viene a ser Melilla, con las náuseas como fieles compañeras y mi marido de misión «de paz» en el Líbano siete meses. Vamos, el deseo de cualquier madre primeriza. Lo cuadró pero bien.
Ni todos los folletines del ministerio de defensa tranquilizan a una madre hormonada que, aunque en aquellos tiempos ya era vieja pelleja en estos lares (cuarta misión por entonces, ahora ya son muchas más), no podía dejar de preocuparse constantemente por la integridad del padre de su futuro hijo. Así pues, éste emprendió la tarea de narrarnos a mí y a varios familiares-amigos-allegados, sus vicisitudes para descubrirnos el auténtico espíritu de nuestras fuerzas armadas.
¿Y por qué esto ahora? Os preguntaréis sabiamente.
Porque haciendo limpieza de correo lo he encontrado cual reliquia y ahora, ahora que por un lado tengo blog y por otra mi respectivo es algo así como la Guest star del mismo, no puedo sino compartirlo con vosotros, previa autorización, para haceros partícipes de mis vivencias nueve años ha, y que entendáis al elemento que tengo a mi lado por esposo
«12/08/2007 (…) Yo sigo aquí (evidentemente), sin demasiados cambios, excepto porque sólo me quedan 14 hamburguesas. Y por qué, os estaréis preguntando. Sencillo, os contesto, porque sabemos que todos los jueves nos dan hamburguesa. Todos y sólo los jueves, y como sabemos que nos iremos en la segunda quincena de noviembre, hemos hecho los cálculos y… vale, sí, manda cojones en lo que nos entretenemos, pero me gustaría veros a vosotros aquí, a ver si es que ibáis a descubrir el origen de la vida, que en algo tenemos que entretenernos, tú.
Un beso a todos»
Adjunto remito pantallazo para verificar la autenticidad del correo…
Que no, que al final no fue para tanto…
Que fueron muy majetes y nos regalaron un traje típico para Rodri y su primer peluche, un oso panda como no podía ser de otro modo…
Pero hay que entenderles, tantas horas, estresados y con necesidad de buscar de qué manera desconectar porque señores, la realidad es que la mitad del tiempo no sólo la pasaban en reuniones y comidas multiculturales, también en salidas reconociendo terreno y haciendo visitas fuera de la base con el riesgo que eso implica… Y me imagino que al final, tras tantos meses de rutina, seguro que la realidad se acaba distorsionando.
Por cierto, antes de que nadie empiece a tildarle (se dice así?) de xenófobo, NO, no lo es, aprendamos a leer entre líneas, y no dejan de ser topicazos…
Y sí, mientras esperaba la llegada de #Elde8, al menos podía reirme y quitar estrés al asunto, que no era para poco.
La semana que viene atentos, porque llegará el escalofriante relato de la visita al Hospital, o lo que es lo mismo, el ROLE-2. ¿Tendréis estómago para ello…?
:)… ¡Es genial! Y es normal que intente buscarle cosas de humor a lo que muchas veces nol lo tendrá… ¡Cómo desestresa! Esperando la visita al hospital chino. Un besazo
Vaya tela. Con los pelos de punta me dejais. Me encanta como cuenta ñas cosas. Debería escribir una novela. A mí mi marido también me abandonó seis meses durante mi primer embarazo. Dos meses a Austria y cuatro al estado de Nueva York. Casi lo mismo, vamos. De hecho. Alguna visita le hice con mi pancita a cuestas jejeje
Me encanta!! me he reído mucho y ya me estoy imaginando las instalaciones por dentro, tipo pasillo a oscuras y según andas se van encendiendo las luces je,je,je. Seguro que te distrajo un poco en esos momentos de embarazo en solitario, está claro que es un gran apoyo en tu vida.
Un besazo