Lejos de temas como la construcción vertical, la reutilización de viejos hoteles (ya amortizados) para construir nuevos y el soterramiento de contenedores de resíduos, entre otros, Benidorm es ya en sí mismo un ejemplo de municipio sostenible.
Que no lo digo yo, que lo dicen los que saben. Y sí, hay quienes no piensan lo mismo, hay quienes afirman todo lo contrario.
Polémicas aparte, yo lo que digo es que desde luego, lo que más a nuestro alcance está, es poner nuestro granito de arena con algo tan sencillo como el reciclaje.
Sólo hay que echar un vistazo a la cantidad de contenedores que podemos encontrar por todas partes..,
Y, si bien te vas encontrando en cada esquina esto
La idea es que, poco a poco, se vaya tendiendo a un modelo de ciudad con contenedores soterrados, tal que así…
Foto: diarioinformación |
También me sorprende gratamente, he de decir, la presencia de aquéllos cuyo fin es reciclar el aceite usado de cocina. ¿Estaban el verano pasado? Porque en Navidades es verdad que ni me fijé, y el día que comenzamos con los cursos de natación y los descubrí por Foietes me pareció fantástico.
Sé que en Madrid los hay, pero también sé que, cerca de donde vivo no he encontrado ninguno, de manera que tenemos que desplazarnos a un Hipermercado de la cadena Alcampo para depositarlo. Creo, no hablo con certeza, que se centran más en puntos de recogida, como los puntos limpios. A lo mejor por el tamaño de la ciudad.
Y todo esto no sirve de mucho sino comenzamos con la educación medioambiental desde bien pequeñitos.
Mis hijos reciben mucha educación transversal en ese sentido y controlan el tema una barbaridad. Por ejemplo, en el colegio de los dos pequeños, existe la figura de «Verdeman», que les enseña además de Reciclaje, sobre ecología y medio ambiente y los saca del centro para reciclar.
Por eso, cuando leí en prensa la iniciativa de la «Fiesta del reciclaje» en colaboración con la organización Ecoembes, me pareció una oportunidad de seguir acercándoles a, no sólo la concienciacion, sino también a la normalización de esta serie de actitudes.
Con el lema «Orgullosos de lo nuestro. Orgullosos de reciclar», dos contenedores gigantescos emulando a los amarillos y azules, con una boca enorrrrmeee les esperaban en Levante, y conforme insertaban el envase correspondiente en su contenedor debían pulsar un botón que los iba contabilizando.
Y allá que se fueron, con sus bolsas llenas de mini bricks de zumos y batidos…
No fui capaz de hacer una foto en condiciones de ambos, pero era algo parecido a esto:
FOTO: Ajuntament Alcoi |
Se reconoce Un marcado carácter didáctico, mostrando qué envases iban según que contenedores.
¿Repasamos? En el Amarillo los envases de plástico, latas y bricks y en el Azul, de papel y cartón.
Al final obsequiaron a los peques con unos regalitos, y estas criaturas, que son más simples que un botijo, estaban como locos con sus colores, abanicos, viseras y demás, y con la lección muy aprendida.
Que es lo de menos, pero qué bien que se planteen estas iniciativas, ¿verdad? Porque por pequeñas que nos parezcan estas acciones, los niños absorben como esponjas y son muy inteligentes. Y con un poco de ejemplo por nuestra parte y otro poquito por parte de la sociedad, fíjate lo que podemos llegar a conseguir, ¿o no?