Cuando el 9 de marzo me llegaba la noticia del cese de las clases, incluyendo el cierre de los colegios de educación especial puse el grito en el cielo. Una ola de enfado me invadió inmediatamente porque dadas mis circunstancias era lo que menos esperaba, y necesitaba. Pero sobre todo me enfadé por Rodrigo. Mi reacción fue la de «¿cómo le va a afectar esto? y sobretodo, ¿qué hago yo quince días en casa con él?«.

Evidentemente en ese momento no teníamos ni idea de lo que se avecinaba y en unos días ese desconcierto dio paso a una estricta vigilancia para evitar cualquier posibilidad de contagio, la verdadera preocupación desde entonces.

Han sido semanas complicadas pero aquí estamos, habiendo superado con mayor o menor éxito lo que a mi parecer ha sido la peor fase.
Con un Rodrigo que se ha autorregulado, con una mejor calidad del sueño, con unas comidas aún caóticas pero algo menos, con un estado emocional estable y feliz, ahora llega el momento de intentar trabajar con él.

El hecho de no recibir terapias y no haber hecho nada me ha estado generando y me genera una sensación de culpa, lo reconozco. Pero también asumo que hago lo que puedo con el tiempo que tengo, y no hay más.

La verdad es que no tenía ni idea de cómo se iba a gestionar este tiempo sin clases con él. Y es que educación especial a distancia…suena poco menos que a algo por inventar, ¿verdad? De algún modo así ha sido. Los profesores, los especialistas han tenido que afrontar una situación atípica y reinventarse a unos niveles que ni ellos ni los padres habríamos podido imaginar.

COMUNICACIÓN CON EL COLEGIO

Si algo positivo saco de este tiempo de confinamiento es que ha servido, y hablo de mi caso particular, para fortalecer lazos con el centro educativo de Rodrigo, y esto es algo que personalmente valoro muchísimo.

Desde la primera semana comenzaron a enviarnos correos con todo tipo de información sobre el virus, recursos de apoyo, alternativas de ocio… La idea era (y es) que la transmitiéramos y ofreciéramos a los nuestros, en lectura fácil y en pictogramas. El objetivo de informar y llamar a la calma se cubría.

Después llegaron los correos de la tutora y la logopeda, tres días a la semana, planteando actividades, dando recomendaciones, invitando a compartir necesidades, inquietudes…Y actualmente se ha establecido una tutoría de clase con carácter semanal.

El contacto con la tutora ha sido más cercano aún a través de mensajes al teléfono y llamadas. Necesitamos ir valorando la evolución de Rodrigo, su estado y ver de qué manera podemos ayudarle. Paralelamente tratamos de que siga trabajando sus habilidades en competencias relacionadas con la vida diaria. Y no me puedo olvidar de la psicóloga, con la que hablo practicamente una vez a la semana, algo que es de mucha ayuda.

También hemos podido vivir una iniciativa que compartimos tanto mi marido y yo, él desde Italia: participar en un café virtual con familias de la fundación. Fue muy interesante ver cómo se está viviendo esto desde los diferentes recursos y por parte de familias con personas con discapacidad de todas las edades y encontrar un momento para poder desahogarnos y encontrar apoyo.

ACTIVIDADES PROPUESTAS

¿Cómo seguir la labor del colegio en casa? Complicado.

Ya he comentado en numerosas ocasiones que la labor de los profesionales de educación especial me parece encomiable. Desde luego en nuestro caso (repito, en nuestro caso particular y concretamente en este centro algo que lamentablemente no sucede siempre), trasciende lo meramente educativo.

La familia se contempla como eje imprescindible y fundamental de este proceso que no solo trata de enseñanza-aprendizaje. Se trata de preparar a los alumnos para ser lo más autónomos posibles desde el máximo de sus capacidades para lograr una vida plena integrados en la sociedad, siempre respetando las características y los ritmos de cada uno.

La labor de seguimiento se ha centrado en proporcionar tareas que llevan una cierta continuidad con las realizadas en el colegio.

Los objetivos principales a trabajar con Rodrigo son por un lado fomentar la intención comunicativa y el uso de pictogramas. Por otro lado, que permanezca sentado durante determinados períodos de tiempo (su atención es escasa y resulta enormemente complicado trabajar y que deje la tablet), que no se meta los materiales en la boca, no los tire al suelo, trabajar la motricidad fina, seguir fomentando su autonomía y ponerle retos a la hora de la higiene, de vestirse, de ayudar a poner la mesa, por ejemplo.

Su tutora siempre nos dice lo mismo «no se lo pongáis fácil». Y eso es lo que trato de hacer. Son muchas las limitaciones, y hay que tener una paciencia de dimensiones descomunales pero no hay otra forma de impulsarle a hacer cosas y a aprender. Y como no puede ser de otro modo, para Rodrigo es maravillosa la comodidad que supone que se lo hagan todo, y nos ha demostrado con creces que tiene más capacidades de las que demuestra.

Hacerle responsable  y colaborar en determinadas tareas  como ponerle la comida a la perra, ayudar a poner la mesa o quitarla, recoger, etc…es algo que le gusta y fomentamos, al tiempo que trabajamos las órdenes verbales, sin apoyos visuales, con cada vez mayor dificultad. Esto parece sencillo pero lleva años en nuestro caso de práctica.

Os comparto algunas de las tareas que nos proponen, algunas estamos intentándolo, otras lo intentaremos, así como actividades que nosotros hacemos en casa y que de manera natural suponen estimulación para ellos.

  • Trabajar autonomía mediante actividades como vestido –desvestido, aseo,  tareas del hogar como poner y quitar la mesa, preparar el bocadillos de las meriendas. Tareas que facilitan el trabajo y que en clase se han ido trabajando durante este tiempo.
  • Plantar semillas en una maceta. El objetivo es manipular distintas texturas (tierra y agua) y que vaya descubriendo y observando lo que sucede, se responsabilice de ir a regarla todos los días y sacarla al sol. Si no hay semillas o algo susceptible de ser plantado, bien valen las típicas lentejas y el algodón, ¿os acordáis??
  • Trabajar la motricidad fina rellenando dibujos mediante diferentes materiales como fideos, lentejas… (cualquier elemento pequeño manipulable que haya por casa) Aquí Rodri necesita guía permanente y supone mucho tiempo, pero no hay prisa. Imaginad la cantidad de aspectos que se trabajan aquí: quedarse sentado, desenroscar el pegamento, ponerlo, extenderlo, coger cada elemento (hola pinza…), pegarlo, y, por supuesto, ¡pedir ayuda! Aquí incluyo plastilina, pinchos, gomets…
  • Texturas. Tan fácil como pringarse las manos con espuma de afeitar, crema tipo natillas, manipular bolas de gel, estropajos…
  • Rasgar trozos de papel y hacer bolitas, según su destreza e intentando, de nuevo, no ponérselo fácil…Cortar papeles con los dedos es útil para desarrollar fuerza en las manos, el dominio de los dedos utilizándolos como pinza y la capacidad de inhibición motriz voluntaria.Motricidad fina, actividades con plastilina, pinchos, etc. y educación especial a distancia

Respecto al área de logopedia, nuestro objetivo es fomentar su comunicación y generar espacios de necesidad de petición. Hemos instalado la pictoagenda en la tablet con los pictos más utilizados en clase, aunque desde ya os digo que Rodrigo cuando la ve se rie y la tira al suelo. Es dificilísimo que entienda que esto es ahora un espacio de trabajo…

Tenemos varias herramientas -algunas en forma de apps de las que ya os hablaré- y que funcionan con mayor o menor éxito, dependiendo del día y de la época:

  • Aplicaciones: Logopedia 1, Jose aprende, Aprendices visuales, iSequences, Balloon pop, autisMIND, Animals puzzle, Finger paint, El buho boo, Teacher’s pack 1
  • Páginas web: Pictocuentos, Soy visual, canal de Eugenia Romero, Siembra estrellas
  • Leer cuentos con él. Tenemos cuentos de sus hermanos como el Pollo Pepe que puede acompañarse visualmente con versiones en youtube, alguno de la Familia Telerín, de la Patrulla Canina…siempre relacionado con sus intereses. Pasa las páginas pero las destroza, lo que vienen a ser daños colaterales…
  • Jugar a repetir los sonidos que él hace. Los grabo y los reproduzco. Trabajamos también secuencias de ritmos muy en consonancia con lo realizado en musicoterapia, con el piano y cuchara de madera, rasera, tapas…la verdad es que es super divertido.
Además, nos han personalizado recursos para trabajar la atención, la discriminación visual, el aumento de vocabulario comprensivo, la anticipación, los conceptos de los colores, el seguimiento visual, la permanencia en una tarea, la disociación de dedo (que cada trazo con un color lo haga con un dedo diferente de la mano)…
 
Por último el tema vestibular y sensorial. Esto lo trabajo balanceándole, saltando en la pelota de pilates (una de decathlon infantil de 60 cm es la que usamos), dándole volteretas en la cama, en la alfombra, haciéndole cosquillas con diferentes objetos, con masajes…Aquí las actividades propuestas desde el área de movilidad -adaptadas- nos ayudan mucho.
 

Hay muchas maneras de estimular en casa, es cuestión de tiempo, paciencia y colaboración. De lo primero ando escasa, de lo segundo ahí vamos y de lo tercero…pues bueno, tiene sus días, como todos. Lamentablemente queda mucho tiempo hasta que reaunde las clases, y no siempre estaré sola, así que confío en poder lograr una rutina con él.
¿Cómo lleváis la educación desde casa? ¿Le habéis puesto ya un altar a los profesores y especialistas que trabajan con vuestros hijos? YO SÍ…

 

 

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