Madrid con niños: naturaleza, ocio y cultura

Si no conocéis Madrid desde ya os digo que es una ciudad que hay que visitar al menos una vez en la vida. Las opciones de ocio son infinitas y para viajar con niños es una oportunidad de conjugar cultura, naturaleza, arte y diversión. Nosotros, ahora que los dos pequeños ya son más autónomos es cuando estamos comenzando el descubrimiento de nuestra ciudad adoptiva y salir, para ellos, es una auténtica aventura.

Lo primero de todo es buscar hoteles en Madrid; los hay para todos los gustos y la oferta es enorme, seguro que podéis encontrar uno que se ajuste a vuestras necesidades. Recomiendo, además, sacar tarjeta de transporte público, apta tanto para metro como para autobuses urbanos, Podéis adquirirlas en cualquier estación y es altamente recomendable. Madrid es una ciudad conectada con un transporte público estupendo, en la que te puedes mover sin problemas…

Os voy a traer dos recomendaciones de rutas, perfectas para viajar con niños, a ver qué os parecen

CASA DE CAMPO Y ALREDEDORES

Una oportunidad de hacer turismo diferente y pasar un día disfrutando plenamente de la naturaleza en el pulmón de Madrid.
La Casa de campo abarca nada más y nada menos que 1772 hectáreas. Hay rutas para realizar en bici, caminando, podéis hacer trayectos en coche, o desplazaros en transporte público. Sea como sea no podéis perder la oportunidad de al menos realizar una toma de contacto con este lugar. Dentro del recinto podéis encontrar el zoo de Madrid o el parque de atracciones. Son grandes planes sobre todo cuando se aproxima el buen tiempo.

Nuestro plan implica calzado cómodo, agua y metro. Desde la estación de Lago podemos llegar a este precioso lago artificial originario del siglo XVI, dar un paseo en barca, hacer un picnic o comer en alguno de los establecimientos que encontraremos alrededor del mismo.

Desde allí, podemos llegar paseando al parque de atracciones y muy próximo tendremos la estación del teleférico. A los niños les encanta subir, es muy económico y ofrece unas vistas impresionantes al tiempo. Tenemos la opción de hacer trayecto ida y vuelta o ida. Si optamos por esta última nos dejará en Pintor Rosales. Esta parada está rodeada de opciones.

Tenemos el centro comercial Príncipe Pío, que se encuentra enclavado en un edificio de interés histórico, y donde, además de poder hacer compras, tomar algo, ir al cine…tenemos metro y cercanías para proseguir nuestro viaje de descubrimiento o tenerlo como referencia.

Próximo a este (solo hay que cruzar y caminar un poquito) se encuentra Madrid río. Paralelo al río Manzanares se ha renaturalizado este enclave, recuperando fauna y monumentos históricos. Hay instalaciones de ocio, 17 áreas de juegos infantiles para todas las edades, con columpios y elementos fabricados con materiales sostenibles, zonas de descanso, toboganes enormes e incluso una playa con chorros de agua (única fuente pública que permite el baño) para disfrutarla los meses más calurosos. Ya os advierto: una vez que lleguéis los niños no van a querer marcharse…

De ahí podemos optar por visitar más parques (son auténticas joyas en esta ciudad): hacia el norte el parque del Oeste, con la Rosaleda que, cuando en primavera alcanza su punto de florecimiento máximo es una auténtica preciosidad; hacia el sur los jardines de Sabatini o el Campo del Moro, ambos menos concurridos, son auténticas joyas que convergen en el Palacio real.

Lo que si o sí os recomiendo que dejéis para el atardecer es la visita al Templo de Debod, a menos de diez minutos caminando desde Príncipe Pío (sí, es un punto neurálgico desde el cual se accede a muchísimos lugares de la ciudad, y extraordinariamente comunicado). Este templo fascina a mi hijo, gran amante de la cultura egipcia. Se trata de un templo del siglo II a. d. C. que fue donado por el gobierno egipcio para evitar que quedara inundado tras la construcción de la gran presa de Asuán. Fue transportado, reconstruido piedra a piedra. Las vistas que ofrece el templo son impagables, pero al atardecer es un auténtico regalo para los sentidos…

PLAZA DE COLÓN Y ALREDEDORES

Esta es otra de nuestras zonas preferidas, que si bien está muy bien comunicada al ser espacios más abiertos no supone un agobio cuando decides pasar el día…

Desde esta plaza podemos acceder a calles tan conocidas como el Paseo de Recoletos, el Paseo de la Castellana, Génova, Serrano o Goya.

Las Torres de Colón son el pivote de referencia que ya en la distancia nos indican que nos aproximamos.
En la plaza además del imponente monumento a Cristóbal Colón, de 17 metros, en el centro de una fuente, encontramos los Jardines del Descubrimiento.

La plaza alberga también los Jardines del Descubrimiento dedicado al descubrimiento de América,  y en el subsuelo se encuentra el Centro Cultural de la Villa, con exposiciones y representaciones muy interesantes.

A escasos metros encontramos  tanto el Museo Arqueológico Nacional como la Biblioteca Nacional, totalmente recomendables. Como apunte, los museos en Madrid son gratuitos los fines de semana!

Torres de colón

Una visita que es una alternativa muy divertida es el Museo de Cera, también muy muy próximo a la Plaza. Se puede planificar con antelación para aprovechar el tiempo lo máximo posible.

Desde este, acercarnos a la puerta de Alcalá o la plaza de Cibeles son unos minutos de paseo por una de las zonas más bonitas de la ciudad, y de ahí al incomparable parque del Retiro, un tiro de piedra.
Este parque conocido por todos, tiene vida día y noche, maravillas como el palacio de cristal o el estanque y si uno quiere puede pasar la tarde respirando naturaleza, jugando, intentando captar la imagen de alguna ardilla furtiva…

Y desde ahi la opción de visitar el Museo del Prado o el Thyssen, en los que podemos contratar visitas guiadas, y consultar las actividades infantiles -que las hay- para hacer de la visita la mejor experiencia familiar posible.

No nos olvidemos de reponer fuerzas. La oferta gastronómica en Madrid es infinita!!! Por la zona de Colón podemos encontrar tanto Platea, un multiespacio gastronómico que reúne varias estrellas Michelín y unas 20 barras, el Hard Rock Café o el Casino Gran Madrid. Y más próximo al retiro tengo que recomendaros el Perro y la Galleta y la pastelería La mejor tarta de chocolate del mundo. Con ese nombre sobran los comentarios…

Son rutas ambiciosas, pero factibles. Que pueden hacerse en dos, tres días, dependiendo del tiempo y del interés porque es fácil que cualquiera de estas opciones os enganche tanto que perdáis la noción del tiempo.