VIRTEA es una aplicación que mediante el uso del smartphone y unas gafas de Realidad virtual trabaja a través de distintas escenas la anticipación y la espera en personas con Autismo. Recrea distintos escenarios de la vida con el fin de facilitar la manera de afrontar situaciones fuera de su rutina habitual.

La mayoría de nuestra vida se compone de rutinas. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos llevamos a cabo tareas como la comida, el aseo, ir a clase, a trabajar, vestirnos, dormir…

Pero la vida, al mismo tiempo es cambio y pueden darse acontecimientos inesperados. Habitualmente tenemos las herramientas cognitivas y emocionales necesarias para afrontar las variaciones y las novedades, con más o menos éxito, habiendo por supuesto, enormes diferencias individuales. Sin embargo, una de las características comunes en los trastornos del espectro autista es que no tienen esas herramientas, mecanismos para afrontar la espera. Esto les genera malestar, ansiedad y estrés. Si, además, se cuenta con poca flexibilidad cognitiva las respuestas ante estos cambios son negativas y pueden llegar a provocar auténticas crisis.

Se trabaja mediante la anticipación, es decir, se prepara a la persona con autismo antes de que una acción futura vaya a suceder para minimizar el impacto y reducir los niveles de ansiedad. Se realiza de manera verbal y con apoyos visuales como los pictogramas, tableros de comunicación o agendas, especialmente con personas con autismo no verbal.

Estos aportan sentido a la experiencia y a la acción. Al final de lo que se trata es de que esa persona pueda afrontar una situación novedosa con cierto control, generando serenidad y reduciendo el estrés.

A través de la realidad virtual, VirTEA recrea situaciones a las que el usuario, en muchos casos niños, se enfrentan habitualmente y les ayuda a practicar la anticipación para mejorar cómo las afrontan. De momento están diseñadas la clínica dental, la peluquería y una calle muy ruidosa.

Los principales beneficios que podemos esperar de su utilización son

  • Preparar y mejorar la actitud de las personas con autismo ante situaciones nuevas mediante la anticipación
  • Reducir y anular el miedo y estrés ante esas situaciones nuevas, incluso ante la espera
  • Mejorar la calidad de vida de las familias de niños con TEA. Realizar actividades sin estrés es lo más gratificante que podemos experimentar, no solo el niño en nuestro caso, sino todos nosotros.

El funcionamiento es muy sencillo, pero una de mis mayores dudas iniciales era ¿aguantará Rodrigo las gafas de Realidad Virtual?, duda que me habéis trasladado muchos de vosotros a través de mensajes privados.

Una de las primeras veces usando las gafas de realidad virtual con Rodrigo

Una de las primeras veces probando las gafas con Rodrigo…

En el caso de Rodrigo como sabéis tiene una afectación severa y todo va lento, todo debe trabajarse de manera muy pautada y las cosas requieren de un tiempo dado que en su caso concreto no tolera llevar casi nada encima, y con eso me refiero no solo a las gafas sino a auriculares, gorros, bufandas, calcetines…vamos, que si por él fuera se quedaría todo el año como Dios lo trajo al mundo.

Pero no tiene que ser así en todos. Cada persona con Autismo es diferente, y cada una según su experiencia, sensibilidad, comprensión, etc, necesitará o no entrenamiento previo en el uso de este tipo de gafas para lograr adaptarse.

Esto es importante tenerlo claro porque si no se toleran difícilmente se va a poder trabajar con la aplicación.

Desde ASTRADE Murcia, se elaboraron una serie de pautas para poder trabajar esta habituación. Estos son los pasos recomendados que hemos ido ajustando nosotros:

  1. Habituarse a llevar una cinta en la cabeza. Recomiendan comenzar con un elástico grueso alrededor de la cabeza, para que el usuario empiece a tolerar el tacto de los materiales.
  2. Utilización posteriormente de gafas de bucear. Se aproximan bastante a las gafas VR por cuestiones de diseño y tamaño. (Aquí hago un inciso para decir que con Rodrigo nos lanzamos directamente al paso 3)
  3. Uso de las gafas VR SIN smartphone todavía: La idea es comenzar a usar el dispositivo, pero sin ejecutar la aplicación. Aquí nosotros le ponemos música de fondo para que se distraiga, casi siempre con su tablet o un peluche en las manos. Lo hacemos en intervalos muy breves. Al principio eran muy pocos segundos, hay que tener paciencia. Eso sí, SIEMPRE con un adulto sujetándole las gafas porque Rodrigo no suele tener las manos quietas y es fácil que las coja y las lance. Si estamos con él sujetando está relajado, más o menos.

    Aitana sujetando las gafas a Rodrigo recién levantado

  4. Aquí ya se da el paso a las gafas con el smartphone. Repito que pesan un poquito.
  5. Gafas VR con smartphone y AURICULARES para habituar al equipo completo. Las escenas van acompañadas de sonidos reales. Son parte fundamental de la intervención ya que hay gran cantidad de sonidos que resultan aversivos para las personas con TEA pero que lamentablemente son inherentes a determinados entornos como el ruido de secadores, de lavacabezas, tijeras, los tornos del dentista, el tráfico en la calle, los ladridos de los perros… Una de las opciones que tiene VIRTEA es precisamente la de eliminar el/los sonidos de la escena para ir reintroduciéndolo a medida que se va avanzando en los tiempos, tolerancia y habituación.
  6. Aquí se da un paso más introduciendo junto a las Gafas VR + smartphone + auriculares , SENSACIONES para hacer la escena más real. Por ejemplo, en la escena clínica dental se puede introducir un bastoncillo en la boca o un spray; en la escena peluquería acompañar con masajes en la cabeza, etc. La idea es que se la experiencia sea lo más cercana a la realidad que está experimentando y que después va a afrontar in vivo.

Una cosa más, antes de iniciar el proceso yo probé las gafas y estuve días enseñándole a Rodrigo cómo me las ponía para que me viera con ellas, y sus hermanos también. Es algo que con nuestro hijo funciona. Se siente partícipe de algo y, pese que la habituación, aunque ahora es más tolerante, no ha sido un proceso fácil. De hecho vamos despacito, y siempre sujetándolas nosotros, siempre.

Yo con gafas de realidad virtual

Hemos rutinizado además el uso de las gafas siempre a la misma hora, porque él es como funciona ahora mismo. Por la mañana antes de ir al cole, cuando vuelve y a media tarde. Es lo que tolera y es lo que podemos hacer.

¿Lo bueno? Que se puede aplicar incluso estando fuera de casa. Solo son unos minutos y se pueden llevar en una mochilita o en el bolso, esta es una de las enormes ventajas!

Al final de lo que se trata es de, conociendo a vuestro hijo, o alumno, o paciente, diseñar la intervención adecuando los tiempos a sus características y respetando los ritmos. Aquí no hay prisas, sino que lo que realmente importa es que pueda ir poco a poco anticipando y aprendiendo a esperar, una conducta que es extrapolable para las rutinas del día a día, ya de por sí bastante estresante por la cantidad de estímulos que se escapan a su control.

Las claves pues son la paciencia y lograr mediante esta que acepte colaborar haciendo al final de la experiencia una situación agradable que le generen emociones positivas.

Nosotros con Rodrigo no podemos correr. Él es el que marca tiempos, siempre.

 

 

 

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