Uno de los objetivos curriculares que Rodrigo ha tenido marcado desde que comenzó el colegio (recordemos que su modalidad de escolarización siempre ha sido la Educación Especial) ha sido trabajar para fomentar su mayor autonomía posible, acorde a sus capacidades.

Este se ha traducido en actividades como el aseo personal por ejemplo, algo que ha rutinizado perfectamente y extrapolado a todos sus entornos. De hecho, no es posible que salga de casa sin seguir su ciclo de aseo completo.

En el primer colegio al que asistió una de las actividades quincenales que realizaban era un simulacro de compras en un kiosco. Llevaban su propio monedero y trabajaban el ir, la interacción, el concepto de compra-venta (adaptado a cada edad por supuesto). También acudían al piso-aula completamente equipado en el que los «mayores» se preparaban para su transición a la vida adulta, que es precisamente el nombre que recibe el ciclo que abarca de los 15/16 años hasta los 21. Allí manejaban menaje de cocina, tomaban contacto con ingredientes, se trabajaban texturas, sabores, olores, rutinas y «cocinaban». Entrecomillo porque con peques tan pequeños, muchos con plurideficiencias, consistía en aproximarlos a esta tarea mediante la elaboración de masas, sandwiches, etc…cada uno con su profesional al lado. Como nota añadiré que así fue como descubrimos la pasión de Rodrigo por el chocolate…

Cook this page Ikea autismo

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Las actividades utilizadas para trabajar estas funciones ejecutivas se llevaban (y se llevan) a cabo utilizando pictogramas, y el proceso aumenta en complejidad cuanto mayores son los alumnos obviamente. Desde la lista de la compra, la receta, los ingredientes, el proceso…Los pictos pueden ir acompañados de palabras en caso de que los alumnos sepan leer. Los apoyos visuales son fundamentales para comprender y memorizar en las personas con TEA, de ahí la utilidad (y necesidad) de utilizar este sistema de comunicación.

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Pero puede haber otras alternativas también visuales que den un paso más allá, y al menos así me lo ha parecido a mí esta iniciativa de Ikea «cook this page» (cocina esta página), parte de una acción publicitaria puntual de su sección de alimentación que llevó a cabo en 2017 y 2018, aunque yo lo descubrí hace unas semanas.

Se trata de una serie de recetas -4 en total- presentadas en el mismo formato que las tradicionales hojas de montaje, con las instrucciones para cocinar y las proporciones exactas impresas. Esta especie de póster está realizado sobre papel vegetal comestible, al igual que la tinta, y vienen dibujadas las siluetas de los ingredientes -obviamente todos de IKEA-, incluso el volumen de las especies como sal o pimienta. Una vez depositados en sus huecos correspondientes, se dobla la hoja, se introduce el horno y se cocina. Y voilà, receta perfectamente elaborada.

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Tan solo se lanzó en Canadá y se agotó rapidísimamente, y lamentablemente al ser una campaña puntual no parece ser que vaya a exportarse más allá de sus fronteras pero me parece una idea genial y bastante adaptable. Las hojas y la tinta las podemos encontrar a la venta sin problemas, y seguro que sería posible dibujar los ingredientes con las medidas a escala para que estuviera toda la receta a la vista, siendo ejecutable de una manera sencilla.

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Y os digo una cosa, a los poco cocinillas como una servidora nos daría un subidón de moral importante el hacer un plato algo elaborado con un resultado más o menos exitoso….

¿Qué os parece como idea de apoyo visual?¿Lo véis factible?