Reto.

Según la Real Academia de la Lengua se define como «objetivo o empeño difícil de llevar a cabo, y que constituye por ello un estimulo y un desafío para quien lo afronta«

Todos los seres humanos afrontamos diversos retos a lo largo de nuestra vida. Pueden ser pequeños objetivos a superar o grandes hitos. Retos que nos quitan el sueño o metas que nos marcamos para seguir creciendo. Pueden llegar de sorpresa y no ser deseados. Definir nuestro futuro o, una vez alcanzados, desvanecerse y no dejar huella…

Lo importante aquí es la manera de afrontarlos y el valor que les vamos a proporcionar en nuestra existencia.

Y si de valor hablamos, tenemos que hacer referencia a esas personas que tienen al RETO en mayúsculas como centro vital. Porque algún suceso, una enfermedad, una pérdida, algo, de pronto origina que todo su mundo deba volcarse en superar día a día un camino lleno de obstáculos y dificultades.

Cuando conocí la inciativa del Carnaval de publicaciones de Saludesfera sentí la necesidad de aportar mi grano de arena.

Resumiendo mucho: existe actualmente una campaña de sensibilización respecto a la enfermedad «Espondilitis Anquilosante» conocida como  ‘Espondilitis con Futuro’, en la que se plantea  -dentro de su web- la sección Rétate”.

En esta se proponen un conjunto de retos individuales para estos pacientes creados con un objetivo común: mejorar el impacto de su enfermedad en su esfera física, psicológica y social.

La Espondilitis es una enfermedad autoinmune reumática crónica que afecta a los huesos y las articulaciones y que incapacita para desarrollar con normalidad las actividades básicas de la vida diaria, laboral y social, cuya manifestación suele comenzar en torno a los 20 años, tardando una media de 8 años en diagnosticarse.

El reto de estos pacientes no es solo afrontar la vida con su sintomatología, sino que se remonta a todo el tiempo de espera, como compartí en este post «La percepción del tiempo en la enfermedad»

Así que nos proponen compartir nuestro gran reto, alguno que hayamos tenido o nos estemos planteando. Y lo he tenido clarísimo: cómo afrontar los próximos seis meses sin caer en el autocompadecimiento, la comodidad y el derrotismo.

¿Y por qué los próximos seis meses?

Dentro de unas semanas mi marido se va a ausentar ese tiempo por trabajo.  Seis meses, medio año sin posibilidad de venir de vacaciones o un fin de semana. Eso en la vida de unos niños es mucho. En la de Rodrigo (con Autismo severo) una ruptura de la rutina de su realidad cuyas consecuencias no puedo anticipar…

No es la primera vez que me encuentro sola largas temporadas, de modo que como compañera puedo lidiar con ello. Pero sí la primera en la que están los tres y no hay visitas de por medio.

Y aquí llega mi reto: gestionar estos seis meses como madre/padre y no son pocos los objetivos que me marco:

1º. Cuidarme.

Si no lo hago, sino presto atención a todas las señales que el cuerpo últimamente me envía no seré capaz de afrontar este tiempo y lo que es peor, podría enfermar. Así que para ello me he marcado:

  • La realización de ejercicio físico.  Empezar con una meta asumible e ir incrementando la intensidad. Necesito soltar energía, y no gritando precisamente…
  • Cuidar la dieta. El hecho de que los niños por fin vuelvan a tener comedor me va a facilitar la vida enormemente en ese sentido, pudiendo elaborarme mi menú semanal de forma que podré comer tranquila (con Rodrigo dando manotazos cada vez que le intentas dar una cucharada no lo es) y equilibrada (sin comerme las sobras, algo que todos sabemos nutricionalmente hablando es el mal supremo).
  • Cuidar la mente. Todo ayuda: ejercicio y alimentación. Pero también hacer introspección, buscar desahogo, actividades y apoyo. Afortunadamente en Madrid tengo de eso y más, e insisto, el poder disponer de tiempo para mí es un bien necesario y preciado del que voy a poder disfrutar…

2º. Organización del tiempo.

  • Calendario personal. Las mañanas serán largas y como tales requerirán de organización para gestionar todo lo que implica llevar una casa, mi tiempo personal y mi tiempo de trabajo para el blog y los diferentes proyectos paralelos. Las tardes deben ser única y exclusivamente para organizar extraescolares, terapias, tareas, momentos de ocio y tiempo con los peques. Y debe estar bien estructurada porque son tres, y los tres me van a necesitar al 100%.
  • Agenda profesional. Lo de escribir, leer, estudiar a salto de mata se acabó. Debo pautar mis tiempos, agendar plazos…

3º. Cuidarlos.

Y por cuidarlos entiendo no solo cubrir sus necesidades básicas, que se sobreentiende, sino dedicarles el tiempo que necesitan y se merecen.

Aquí hago especial hincapié en Rodrigo y su estimulación. Tenemos muchas esperanzas en el regreso a su colegio, en sus nuevas capacidades y habilidades y eso me motiva para trabajar en distintas direcciones y probar nuevas herramientas. Eso requiere tiempo y paciencia, porque otro de los grandes retos que me he propuesto es trabajar más la comunicación y tratar de despertar los intereses lúdicos en él.

Empujando un contenedorComo véis, son muchos pequeños retos, asumibles, pero que requieren sobre todo de organización y voluntariedad. Corro el riesgo de perderme en los días de bajón, lo sé, y cuento con ese «margen de error».

Tampoco puedo dejar a un lado la condición de mi hijo: noches de insomnio, días de malestar, enfermedades colaterales, crisis, etc, que pueden trastocar mi rutina y mi estado de ánimo. Pero he de realizar ese esfuerzo por ellos, por mí y por todos esos pacientes que necesitan que empaticemos y comprendamos por lo que están pasando. Existen muchísimas personas que carecen de redes de apoyo y las comunidades virtuales y de pacientes se convierten en sus soportes. Por ellos también he de asumir este reto de vida, y porque sé que puedo lograrlo.

Y una cosa os digo, si de esta salgo exitosa, habré dado un paso de gigante a nivel de personal.

Espero que me animéis y estéis a mi lado.

¿Y vosotros? ¿Habéis tenido o tenéis algún reto en vuestra vida? Me encantaría conocerlo!!!